by Ron Paul
Infowars.com
Tal vez la historia mediática más grande de 2010 fue la influencia de los votantes del Tea Party en el escenario legislativo. El nuevo congreso llega a Capitol Hill con el mandato de terminar con los derrochadores gastos y restaurar la salud fiscal, nos dicen.
Pero cuando la Cámara y el Senado se reúnan en enero, los nuevos miembros electos enfrentarán gran presión para mantener los niveles de gasto para los programas de derechos. Aunque las propuestas más modestas para mejorar el gasto de la Seguridad Social o Medicare se encontrarán con indignación y amenazas de revueltas de los votantes. Los legisladores que proponen cualquier tipo de medios de prueba o aumento de edad de jubilación pueden esperar visitas enojadas de ciudadanos mayores lobbyistas listos para financiar un candidato en casa que apoye el status quo. Pero millones de norteamericanos ahora se dan cuenta de que el status quo es una ilusión que no durará otros 10 o 20 años.
El gobierno federal no puede seguir gastando un trillón de dólares más de lo que recibe en ingresos cada año, porque nos estamos quedando sin acreedores. La realidad fiscal se está estableciendo, y las consecuencias pueden ser nefastas incluso si el Congreso encuentra el valor para tomar una acción decisiva ahora.
El valor comienza con un compromiso para ver las cosas como son, en vez de como desean que sean. En cuanto a Seguridad Social, debemos entender que el sistema no representa una pensión de vejez, un programa de “seguro”, o incluso un programa de ahorro obligatorio. Simplemente representa una enorme transferencia de pago, con los trabajadores más jóvenes pagando impuestos para financiar beneficios.
No hay un fideicomiso de Seguridad Social, y uno no tiene una “cuenta”. Si gana o pierde la lotería de la Seguridad Social es una función de cuándo nació y cuánto vive para recibir os beneficios. Claro que los jóvenes de hoy tienen todas las razones para pensar que no van a recibir esos beneficios.
Fíjese que ningún partido político propone que la gente opte por salirse de la Seguridad Social, que expone la mentira de que sus contribuciones son dejadas de lado y ahorradas.
Después de todo, si sus contribuciones realmente son puestas de lado para su jubilación, el dinero está obteniendo intereses, ¿cierto? Si su dinero está en su “cuenta”, ¿qué diferencia haría si su vecino elige no participar en el programa?
La verdad, claro, es que sus contribuciones no son dejadas de lado. La Seguridad Social es simplemente un impuesto. Como todos los impuestos, el dinero recolectado es gastado inmediatamente como ingresogeneral para fi nanciar el gobierno federal. Pero ninguna administración admitirá que la Seguridad Social no es más que un libro de contabilidad sin dinero. Recibirá los benefi cios solamente si los futuros impuestos se materializan, como se espera; el dinero que pagó en el sistema hace tiempo que se fue.
Mi esperanza es que al menos algunos miembros del nuevo Congreso se saltarán las distorsiones y verán la Seguridad Social como realmente es. La mejor manera de arreglar la inminente crisis de la Seguridad Social es también la más simple: permitir a los individuos más jóvenes salirse del programa y usar sus ahorros por impuestos para invertir privadamente como ellos quieran. Esta es la verdadera solución privada. Su dinero nunca ha estado segura en las manos de gobiernos, y nunca será.