by Mike Adams, the Health Ranger
Editor of NaturalNews.com
(NaturalNews) El Juez del Distrito de EE.UU. Henry Hudson dio un golpe severo a Obamacare, fallando que el intento del gobierno de obligar a los ciudadanos a comprar seguros de salud viola la Constitución de EE.UU. Esta decisión pone en duda la capacidad de poner en práctica el sistema de salud de Obama.
El plan de salud de Obama fue diseñado alrededor de una “disposición mínima de cobertura esencial” que busca obligar a cada norteamericano a comprar un seguro de salud a partir de 2014. Esto es esencialmente un requisito de comercio del Gran Hermano donde el gobierno dicta que los ciudadanos deben comprar un producto o servicio incluso si no quieren hacerlo. También obliga a los seguidores de medicina natural a comprar en un sistema de medicina convencional de drogas y cirugía aunque no tengan la intención de usarlo nunca.
La Constitución limita el poder del gobierno federal
La Constitución de Estados Unidos, que es el documento que entrega poderes al gobierno federal, no dio al gobierno federal ningún derecho a obligar a los ciudadanos a comprar ciertos productos o servicios. El mandato del seguro de salud de Obama, por lo tanto, fue un esfuerzo extralimitado por parte del gobierno federal para dictar las decisiones de compra de los ciudadanos, a fi n de lograr un objetivo político.
Los ciudadanos que se negaran a cumplir con este requisito para comprar un seguro de salud serán castigados por el IRS. Las multas serán emitidas a los ciudadanos comenzando en 2014 si no lograban probar al IRS que han comprado un seguro de salud. Por lo tanto, el sistema de salud de Obama pone al IRS a cargo de hacer cumplir un mandato inconstitucional que los ciudadanos privados compren algo que no quieren o no necesitan. Esto es lo que el Juez Henry Hudson calificó de inconstitucional. Encontró que la disposición de cobertura esencial “excede los límites constitucionales del poder del congreso”.
Protecciones a la Décima Enmienda Tiene razón, por supuesto.
No hay tal poder entregado al gobierno federal por la Constitución de Estados Unidos. Es más, la Décima Enmienda establece claramente que los “poderes no delegados a Estados Unidos por la Constitución ni prohibidos por ella a los estados, están reservados a los estados respectivamente o al pueblo”.
En otras palabras, si un poder específi co nunca fue entregado al gobierno federal, entonces ese poder permanece en los estados o en el pueblo. Ya que la Constitución nunca otorgó al gobierno federal el poder para dictar que los ciudadanos privados compren seguro de salud — y de hecho Jefferson, Franklin, Madison y otros padres fundadores habrían estado horrorizados con tal toma de poder, ese poder permanece solamente en los estados y el pueblo.
¿Qué fallará la Corte Suprema de EE.UU.?
Con este fallo, la constitucionalidad de Obamacare ahora pasará posiblemente a la Corte Suprema de EE.UU. La Corte Suprema, ciertamente, es el órgano que interpreta la Constitución y decide si es que las leyes modernas son permitidas
bajo sus disposiciones.
Si los jueces de la Corte Suprema se rigen en efecto por la Constitución, deben estar de acuerdo con el Juez Henry Hudson y terminar con la disposición de cobertura mínima esencial de la ley de cuidado de salud de Obama.
Pero si eligen traicionar a la Constitución y al pueblo, pueden decidir a favor de Obamacare y desde entonces aumentar el poder del Gran Gobierno para controlar las vidas privadas y decisiones de compra de los ciudadanos norteamericanos. La Corte Suprema no siempre ha respetado el lenguaje de la Constitución, claro, por lo que no está claro cómo va a fallar la corte al respecto. Lo más probable es que los miembros más conservadores de la Corte la declaren inconstitucional.
El cuidado a la salud es tan malo que tiene que amenazar a la gente si no lo compran
Es particularmente esclarecedor que el sistema del cuidado a la salud de EE.UU. es un fracaso que el gobierno debe obligar a los ciudadanos a comprarlo bajo la amenaza de multas por parte de IRS. Si el cuidado a la salud basado en drogas convencionales y cirugías efectivamente funcionara, no tendría que amenazar a los ciudadanos con castigo si eligen no usarlo. La única razón por la cual los agentes de IRS tienen que ser usados para acosar a las personas para que compren un seguro de salud es porque nuestro sistema moderno de salud no funciona.
El enfoque dictatorial de Obama a la salud refl eja el sistema de salud mismo, de hecho: Opresivo, castigador, ampliamente detestado y ridículamente poco efectivo. En vez de obligar a las personas a comprar en un sistema que ya está fallado, Obama serviría mucho mejor los intereses del pueblo norteamericano si es que termina el fraudulento monopolio médico que actualmente es operado por Big Pharma, la FDA, los diarios médicos y doctores corruptos y en vez legaliza la sanación adoptando la libertad de salud y el mundo de la medicina natural.
Es bastante fascinante que incluso en un sistema donde la medicina natural no está cubierta por los seguros, y donde las terapias naturales son ampliamente desacreditadas por la FDA, la AMA y la mayoría de los doctores convencionales, hay un número récord de personas que buscan terapias naturales de todas maneras porque son más baratas, más efectivas, más seguras y más compatibles con la biología humana. La FDA y el Gran Gobierno no quieren que las personas tengan una alternativa.
Quieren obligar a todos a comprar en el fallado sistema farmacéutico que enriquece a las compañías de drogas, incluso cuando mantienen a la población de EE.UU. sufriendo de tasas récord de enfermedades degenerativas.
Por eso lo llamamos sistema de “cuidado enfermo”. No se trata de salud. Se trata de ganar dinero a expensas de una población enferma, al tiempo que se les niega el acceso a los tratamientos naturales y curas que podrían salvar este país de la bancarrota médica.