por Paul Joseph Watson
La Secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano admitió ayer que los escáneres corporales serían eventualmente integrados en el transporte public de EE.UU., trenes y botes, pero la Gran Hermana ya está testeando la tecnología que va incluso más allá, al obligar a los norteamericanos a someterse a una interrogación de comportamiento antes de ser admitidos en eventos deportivos, conciertos de rock y centros comerciales.
“Creo que mientras más estrictos nos pongamos en aviación, también tenemos que estar pensando en ir en el tráfico masivo o trenes o transporte marítimo.
Entonces, ¿Qué tenemos que hacer para fortalecer nuestras protecciones ahí?”, dijo Napolitano, indicando que los escáneres de cuerpo desnudo y los registros invasivos se convertirán eventualmente en una necesidad, a fin de meramente tomar el metro o subirse a un bus. Ciertamente, los escáneres corporales móviles ya han llegado a las calles, “más de 500 escáneres de rayos x montados en camionetas que pueden ser conducidas cerca de otros vehículos para ver su contenido” han sido vendidas a agencias del gobierno”, informa Forbes.
American Science & Engineering, una empresa de Billerica, Massachusetts, ha vendido muchos de estos artefactos a las agencias de control de la ley de EE.UU., quienes ya las están usando en las calles, con fines de “seguridad”.
Sin embargo, los escáneres corporales y de vehículos son solamente una herramienta que las autoridades planean implementar ampliamente, como parte de nuestra profunda tendencia hacia una policía de alta tecnología estatal militarizada.
Seguridad Interior ya está implementando tecnología para ser aplicada en “eventos de seguridad”, lo que se interpretaría como “de mala intención” hacia un individuo que pasa a través de un checkpoint.
El video más abajo explica cómo los checkpoints “Future Attribute Screening Technology” (FAST) realizarán pruebas “fisiológicas” y “conductuales”, a fi n de eliminar terroristas y criminales sospechosos.
La Gran Hermana quiere saber si hay pensamientos malvados dentro de su cabeza antes de que dejarlo seguir con sus asuntos.
El clip muestra a individuos que asistieron a “eventos de seguridad”, que fueron llevados a camionetas antes de ser interrogados para saber si son terroristas, mientras programas de computación del tipo detector de mentiras analizan sus respuestas fi siológicas. Los sujetos son interrogados respecto de dónde son, y si intentan ingresar bombas o artefactos explosivos en la “expo”, lo que prueba que se espera usar esta tecnología en eventos públicos y no sólo aeropuertos. Los individuos que no satisfacen la primera prueba de detector de mentiras son sometidos a “preguntas adicionales”.
Los norteamericanos serán obligados a probar al gobierno que son esclavos de buen comportamiento antes de que se les permita hacer cualquier cosa.
“Lo mejor sobre FAST es que es portable”, señala Howard Portnov. “Si la Gran Hermana tiene una mente, pueden estacionar un MMR (lector móvil minero—mi propio acrónimo) fuera del centro comercial, el zoológico de mascotas… lo que quieras, y el gobierno estará ahí para meterse en sus ondas mentales y saber si usted es malo o bueno”.
El uso de tal tecnología no sólo es una completa violación de la Cuarta Enmienda, también rompe con la noción de que uno es inocente hasta que se pruebe lo contrario, y por lo tanto daña todo lo que defiende Estados Unidos.
Dado el amplio abuso presenciado solamente en el primer año después de que se implementaron los escáneres corporales, los norteamericanos deben boicotear las compañías que producen estos sistemas y también resistir a su
despliegue cada vez.
La Gran Hermana dejó claro que todo lo que vemos en el aeropuerto, desde toqueteos invasivos o escáneres corporales y de iris, está eventualmente destinado a ser aplicado en las calles. Cuando esto ocurre, las personas que pensaron que podrían evitar tal trato por simplemente negarse a volar descubrirán en vez que su apatía ha hecho más resbaladiza una sociedad de vigilancia total que sobrepasa cualquier cosa que hayan leído al respecto en 1984 de George Orwell o lo que hayan visto en películas como Minority Report.
Paul Joseph Watson es editor y escritor de PrisonPlanet.com. Es el autor de Order Out Of Chaos. Watson también es conductor ocasional de The Alex Jones Show. Watson ha sido entrevistado por muchas publicaciones y programas de radio, incluyendo Vanity Fair y Coast to Coast AM, el programa nocturno más escuchado de Estados Unidos.