por Marvin J. Ramírez
Si la gente pensó que él no tenía amigos, se equivocaron.
El cuerpo de Eric Campos de 19 años, quién fue muerto el 15 de mayo, por un adolescente de 16 años, en lo que parece sucedió durante el curso de un robo en la avenida San Bruno, fue llevado a su descanzo final en Colma. Una caravana interminable de coches llevando a aproximadamente 300 personas al Cementerio de Cyress el martes, 22 de mayo, descendió en el cementerio bajo un clima cálido.
Desde de todas las edades, pero mayormente de jóvenes de su generación atendieron el sepelio de un joven que indudablemente era querido por muchos, y para quienes fue una gran pena que haya perdido su vida tan joven, y sin motivo.
Desde la descarga del ataúd hasta la ceremonia Católica realizada por el mismo sacerdote que lo bautizó, lo confirmó, y le dio su Primera Comunión, el Padre José Rodríguez, todos acompañaron a Eric para verlo partir y decirle el ultimo adios.
“Te veré más tarde”, dijo en llanto, con una voz seca y aceptación, su madre Doris Campos, quien junto con el resto de la familia, mirada cuando su Eric amado era bajado a la tierra hasta que el plato pesado de concreto cubría su tumba. En sólo unos minutos su ataud fue enterrado y cubierto de tierra y hierba.