miércoles, julio 17, 2024
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La agenda de los Illuminati (séptima parte de una serie)

by Marvin J. Ramirez

­Marvin  J. Ramírez­Marv­in­ R­am­ír­ez­­­­­­ ­

NOTA DEL EDITOR: Dada la importante e histórica información contenida en este artículo de 31 páginas sobre la historia de la sociedad secreta y malvada, los Iluminados, El Reportero se honra en brindar a nuestros lectores la oportunidad de leer tal documento, que los medios principales han catalogado de una teoría de conspiración.

Para comprender mejor esta serie, le sugerimos que lea los artículos previos publicados en nuestras editoriales. Esta es la séptima parte de la serie. Sin embargo; en 1784, un verdadero acto de Dios puso al gobierno de Bavaria en posesión de evidencia que probaba la existencia de los Iluminados y esa evidencia pudo haber salvado a Francia si ellos, el gobierno francés, no se hubiera negado a creerla.

Ese acto de Dios ocurrió de la siguiente manera. En 1784, Weishaupt emitió sus órdenes para la Revolución Francesa. Un escritor alemán, llamado Zweig, lo puso en un libro. Contreía la historia entera de los Iluminados y los planes de Weishaupt. Una copia de este libro fue enviada a los Iluministas en Francia, liderados por Robespierre, a quien Weishaupt le había delegado fomentar la Revolución Francesa.

El mensajero fue golpeado y muerto por un rayo, mientras viajaba por Rawleston en su camino de Frankfurt a París. La policía encontró los documentos subversivos en su cuerpo y los entregó a la autoridad apropiada. Después de un cuidadoso estudio de la trama, el gobierno bávaro ordenó a la policía hacer una redada en las recientemente organizadas Logias del “Gran Oriente” de Weishaupt y en los hogares de sus socios más influyentes.

Toda la evidencia adicional descubierta convenció a las autoridades de que los documentos eran copias genuinas de la conspiración por la cual los Iluminados planeaban usar guerras y revoluciones para provocar el establecimiento de un gobierno de un mundo; los poderes que ellos, liderados por los Rothschilds, intentaron usurpar tan pronto fue establecido, exactamente en línea con la trama actual de Naciones Unidas.

En 1785, el gobierno bávaro Bavarian proscribió a los Iluminados y cerró las Logias del “Gran Oriente”.

En 1786; publicaron los detalles de la conspiración. El título en inglés de esa publicación es: “The Original Writings of the Order and the Sect of the Illuminati”. Copias de la conspiración entera fueron enviadas a todos los jefes de la iglesia y estado en Europa. Pero el poder de los Iluminados, que en realidad es el poder de los Rothschilds, era tan grande que esta advertencia fue ignorada. Sin embargo, los Iluminados se convirtieron en una palabra sucia y se fueron bajo tierra.

Al mismo tiempo, Weishaupt ordenó a los Iluministas infiltrarse en las Logias de la “Masonería Azul” y formaron sus propias sociedades secretas dentro de todas las sociedades secretas.

Sólo los masones que probaron ser internacionalistas y cuya conducta

probó que habían desertado a Dios fueron iniciados en los Iluminados. Desde entonces; los conspiradores se pusieron la chaqueta de la fi lantropía y el humanitarismo para ocultar sus actividades revolucionarias y subversivas.

Con el fi n de infi ltrarse en las Logias Masónicas en Gran Bretaña; Weishaupt invitó a John Robison a Europa. Robison era un Masón de alto nivel en el “Rito Escocés”. Era profeofsor de fi losofía natural en la Universidad de Edimburgo y Secretario de la Sociedad Real en Edinburgo. Robison no cayó en la mentira de que el objetivo de los Iluminados era crear una dictadura benevolente, pero se guardó sus reacciones tan bien, que recibió una copia de la conspiración revisada de Weishaupt para estudiarla y mantenerla a salvo.

En todo caso, debido a que los jefes de estado y de la iglesia en Francia fueron engañados para ignorar las advertencias que se les daban, la revolución estalló en 1789, tal como fue programada por Weishaupt.

Con el fi n de alertar a otros gobiernos de su peligro, en 1798, Robison publicó un libro titulado: “Prueba de una Conspiración para Destruir a todos los Gobiernos y Religiones”, pero sus amenazas fueron ­ignoradas exactamente como nuestro pueblo americano ha estado ignorando todas las amenazas sobre Naciones Unidas y el Consejo de Relaciones Exteriores (CFR).

Ahora acá hay algo que sorprenderá y probablemente indignará a muchos que escuchen esto; pero existe prueba documental que nuestros Thomas Jefferson y Alexander Hamilton fueron alumnos de Weishaupt. Jefferson era el único de los más fuertes defensores de Weishaupt cuando fue proscrito por su gobierno y fue Jefferson quien infi ltró a los Iluminados en las entonces recientemente organizadas logias del “Rito Escocés” en Nueva Inglaterra. Acá está la prueba. CONTINUARÁ EN LA PRÓXIMA EDICIÓN.

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