por el personal de El Reportero
Según The New York Times, el gobierno de Estados Unidos está utilizando un programa secreto de drones para rastrear e identificar laboratorios de fentanilo en México como parte de sus esfuerzos continuos para frenar la afluencia de drogas ilícitas a Estados Unidos.
Las fuentes indican que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) ha estado realizando vuelos encubiertos con drones para localizar los sitios de producción de fentanilo y, posteriormente, transmitiendo la información a las autoridades mexicanas. Los funcionarios que hablaron con el Times bajo condición de anonimato revelaron que este programa clasificado comenzó inicialmente durante la administración Biden, pero se ha expandido significativamente bajo el presidente Donald Trump, quien se ha comprometido a acabar con los cárteles de la droga con mayor agresividad.
Según un alto funcionario militar estadounidense, el Comando Norte ha llevado a cabo más de dos docenas de vuelos de vigilancia sobre la frontera entre Estados Unidos y México utilizando una variedad de aeronaves, incluidos RC-125 Rivet Joints, U-2, P-8 y drones. A pesar del aumento de las operaciones de recopilación de inteligencia, se informa que la administración no ha autorizado el uso de drones para ataques letales, y en su lugar los ha utilizado únicamente para apoyar los esfuerzos de las fuerzas del orden mexicanas en el desmantelamiento de operaciones de narcotráfico.
Según se informa, los drones de la CIA han demostrado ser eficaces para localizar laboratorios de fentanilo, ya que las sustancias químicas emitidas durante la producción de drogas se pueden detectar fácilmente desde el aire. La agencia se ha negado a hacer comentarios sobre el asunto. La escalada de la actividad de los drones se alinea con la estrategia más amplia del presidente Trump de desmantelar las redes de narcotráfico y presionar al gobierno mexicano para que asuma un papel más proactivo en la lucha contra el crimen organizado.
Una de las primeras órdenes ejecutivas de Trump después de regresar al cargo fue designar a los cárteles de la droga como Organizaciones Terroristas Extranjeras (FTO), una medida que otorga a las autoridades estadounidenses herramientas legales ampliadas para atacar las operaciones de los cárteles. Esta designación permite a Estados Unidos congelar activos financieros, restringir la entrada al país y procesar a los afiliados de los cárteles en virtud de las leyes antiterroristas. En consonancia con estos esfuerzos, el Comando Norte anunció a principios de febrero la formación de un grupo de trabajo de inteligencia especializado compuesto por 140 analistas estacionados a lo largo de la frontera sur. Estos analistas tienen la tarea de procesar datos de vigilancia y ayudar a la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos con análisis de contraredes, traducción al español y análisis de videos de movimiento completo.
Ante la amenaza de aranceles radicales del 25 por ciento a las exportaciones mexicanas impuestas por Trump, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció el 3 de febrero el despliegue de 10,000 tropas en la frontera entre Estados Unidos y México. Su misión principal incluye detener el flujo de drogas ilícitas, con especial énfasis en el fentanilo, así como abordar la inmigración ilegal.
La decisión de Sheinbaum se produce en medio de una crisis de fentanilo que se agrava en Estados Unidos, donde se incautaron más de 21.000 libras de la droga en la frontera sur durante el último año de mandato de Biden, según datos de Aduanas y Protección Fronteriza. La DEA advierte que un solo kilogramo de fentanilo puede ser letal para hasta medio millón de personas.
Las autoridades mexicanas también han intensificado sus esfuerzos de aplicación de la ley. Durante el fin de semana, las agencias de aplicación de la ley incautaron aproximadamente 440 libras de metanfetamina, con un valor estimado de 40 millones de dólares, en una región controlada por el Cártel de Sinaloa. Desde el despliegue de la Guardia Nacional de México el 5 de febrero, las autoridades han confiscado casi cinco toneladas de metanfetamina, 453 kilogramos de cocaína y 55 kilogramos de fentanilo.
Con informes de Truth Press.