por el equipo de El Reportero
El ascenso de Claudia Sheinbaum a la presidencia de México marca un cambio significativo en el panorama político del país, en particular en lo que respecta al poder judicial. Sheinbaum, ex alcaldesa de la Ciudad de México y miembro del partido MORENA, es conocida por sus fuertes vínculos con la administración anterior de Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Sin embargo, su enfoque hacia el poder judicial ha suscitado inquietudes, ya que parece reflejar un desdén más amplio por la independencia y la rendición de cuentas judiciales.
Desde que asumió el cargo, Sheinbaum ha demostrado un claro desprecio por el papel del poder judicial, posicionándose como una reformadora que pretende desafiar las normas jurídicas establecidas. Su administración ha cuestionado la legitimidad de varias decisiones judiciales y ha insinuado una voluntad de pasar por alto o socavar la autoridad judicial en favor de la conveniencia política. Este enfoque se hace eco de la retórica anterior de AMLO, que a menudo criticaba al poder judicial por ser corrupto o estar desconectado de las necesidades de la gente.
Uno de los ejemplos más notables de este desprecio es el apoyo vocal de Sheinbaum a las reformas legislativas que podrían socavar la independencia judicial. Al promover cambios que darían al poder ejecutivo más poder sobre los nombramientos y procesos judiciales, corre el riesgo de erosionar los controles y contrapesos fundamentales de un sistema democrático. Esto podría conducir a un escenario en el que las decisiones judiciales estén cada vez más influenciadas por consideraciones políticas, lo que afianzaría aún más una cultura de impunidad y corrupción.
Además, la administración de Sheinbaum ha enfrentado críticas por su manejo de las cuestiones de independencia judicial, incluido el trato a los jueces y abogados que se oponen a sus políticas. Han surgido informes de intimidación y presión sobre el poder judicial para que se alinee con la agenda de su administración, lo que ha hecho sonar las alarmas sobre el estado de derecho en México. Los expertos legales advierten que tales tácticas no solo amenazan la integridad del sistema judicial, sino que también socavan la confianza pública en el gobierno. Las acciones de Sheinbaum podrían tener implicaciones duraderas para la democracia de México. El poder judicial desempeña un papel fundamental en la protección de los derechos humanos y la rendición de cuentas del gobierno. Al desestimar su importancia, Sheinbaum corre el riesgo de perpetuar un ciclo de autoritarismo político, en el que se silencia la disidencia y se debilita el estado de derecho.
Si no se controla, esta tendencia podría conducir a una mayor erosión de las libertades civiles y los principios fundamentales que sustentan una sociedad justa y equitativa.
En otras noticias de México:
El primer mes de Sheinbaum en el cargo se caracterizó por un panorama de seguridad mixto
por Mexico News Daily
En su primer mes como presidenta de México, Claudia Sheinbaum enfrentó un entorno de seguridad complejo, caracterizado por una disminución de las tasas de homicidios junto con la persistencia de delitos violentos en varias regiones. Los funcionarios de seguridad federales informaron más de 800 arrestos desde la toma de posesión de Sheinbaum el 1 de octubre, en un intento de presentar una narrativa positiva sobre la seguridad de la nación. La directora del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), Marcela Figueroa Franco, anunció que los datos preliminares indicaron un promedio de 75,3 homicidios por día entre el 1 y el 28 de octubre, lo que suma más de 2.100 asesinatos. Si bien este promedio representa el más bajo para cualquier mes de octubre desde 2017, la tasa general de homicidios sigue siendo alarmantemente alta. Figueroa señaló que este año han ocurrido casi 25.000 homicidios en México, y casi el 50% se concentra en solo siete estados, en particular Guanajuato, que ha registrado 2.562 asesinatos.
La violencia de Guanajuato se atribuye en gran medida a las guerras territoriales entre grupos criminales rivales, en particular el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y el Cártel de Santa Rosa de Lima. Incidentes significativos, como el descubrimiento de doce cadáveres en Salamanca y ataques con coches bomba, han subrayado la agitación actual del estado. Mientras tanto, en Sinaloa, los enfrentamientos entre facciones del Cártel de Sinaloa han aumentado, en particular tras el arresto de un líder clave del cártel.
En respuesta a la creciente violencia, el ministro de Seguridad, Omar García Harfuch, detalló las estrategias del gobierno federal, haciendo hincapié en una mayor recopilación de inteligencia y coordinación interinstitucional. Informó de 824 arrestos por delitos de alto impacto, incluidos asesinatos y secuestros, e importantes decomisos de drogas, incluidas más de 8 toneladas de cocaína. García destacó el papel fundamental de la Guardia Nacional en estas operaciones, afirmando que su presencia y sus esfuerzos de participación comunitaria se han ampliado bajo la administración de Sheinbaum.
Sin embargo, el mandato de Sheinbaum no ha estado exento de controversias. Los informes de acciones militares que resultaron en víctimas civiles, incluida la muerte de seis migrantes el día de su toma de posesión, han suscitado preocupaciones sobre abusos de los derechos humanos. Otros incidentes involucraron muertes de civiles durante tiroteos entre fuerzas de seguridad y criminales.
Mientras Sheinbaum navega por un panorama de seguridad desafiante, continúa