por los servicios de noticias de El Reportero
El primer subsecretario adjunto para el Hemisferio Occidental, Craig Kelly, viajó Tegucigalpa y se reunió con el presidente de facto, Roberto Micheletti, y el presidente derrocado, Manuel Zelaya el 10 de noviembre.
Kelly, al igual que la Organización de Estados Americanos (OEA), está presionando a Micheletti y al congreso hondureño para adherir a los términos del acuerdo Tegucigalpa-San José, mediado por EE.UU., que contempla el establecimiento de un gobierno de unidad nacional, un voto en el congreso respecto de la restitución de Zelaya (considerando la ‘opinión’ de la corte suprema), junto con el reconocimiento internacional de las elecciones generales programadas para el 29 de noviembre.
Estados Unidos ha dejado claro que está firmemente enfocada en las elecciones programadas como la manera definitiva para salir de esta crisis de cinco meses, con la postura de Zelaya ahora secundaria. Eso, sin embargo, ha removido todos los incentivos para la administración de facto y otras instituciones hondureñas para actuar de buena fe.
Mientras se firma el acuerdo de las bases EE.UU.-Colombia, Lula pide transparenciaEl acuerdo que brinda a Estados Unidos instalaciones de bases adicionales para EE.UU. en Colombia ha sido firmado. Aún no se han revelado los detalles, pero las informaciones off-the-record sugieren que el contenido no varía mucho de lo que anticipó el Departamento de Estado norteamericano en agosto [SSR-09-08]. Antes de firmar el acuerdo, la diplomacia colombiana y de EE.UU., Brasil señaló que no se opondría al acuerdo en la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) si todas las partes acuerdan sobre la transparencia. Mientras, Venezuela y sus aliados continúan retratando el acuerdo como una amenaza.