by Marvin J. Ramirez
Mientras se acerca el octavo aniversario del 9/11– esta semana, prominentes personalidades están llamando al Presidente Obama a reabrir la investigación sobre los trágicos ataques a las Torres Gemelas del World Trade Center en Nueva York, que dejaron aproximadamente 3,000 muertos el 11 de septiembre de 2001. La abrumadora mayoría de víctimas eran civiles, incluyendo ciudadanos de más de 90 países.
La Comisión Nacional de Ataques Terroristas en Estados Unidos, también conocida como la Comisión 9/11, fue establecida el 27 de noviembre de 2002 “para preparar un recuento completo de las circunstancias que rodearon los ataques del 11 de septiembre de 2001”, incluyendo la preparación para esto y la respuesta inmediata a los ataques.
Sin embargo, las conclusiones del gobierno de que los ataques fueron planificados y perpetrados por terroristas externos, fueron rechazadas desde el principio por académicos, científicos, ingenieros y arquitectos expertos en demolición, quienes hicieron sus propias investigaciones y estudios, mientras los medios corporativos sirvieron como un instrumento para callar estas voces disidentes.
Hasta el día de hoy, esos críticos siguen sosteniendo que los ataques no fureon más que un trabajo interno del gobierno, que respondía a un plan secreto de la elite bancaria para hacer avanzar su agenda del Nuevo Orden Mundial y suprimir los derechos constitucionales de la gente para obtener control total del país y las masas.
La comisión del 9/11 sirvió como el instrumento del gobierno para crear una falsa bandera de alerta – con la complicidad de los medios de prensa orporativos – para crear pánico dentro de la población, y por lo tanto, porder aprobar cualquier ley inconstitucional que restrinja los derechos fundamentales del pueblo y crear un estado policial en el país.
Luego vino el producto final que podría garantizar que el Presidente podría hacer cualquier cosa que quisiera para controlar al pueblo, sobrepasando la soberanía de todos nosotros, y por lo tanto llevar a convertir a los Estados Unidos de América hacia una dictadura, como en la Unión Soviética o China: el Acta Patriótica de EE.UU.
El Acta Patriótica de EE.UU., conocida comúnmente como el “Acta Patriótica”, es un estatuto puesto en marcha por el gobierno de Estados Unidos, que el Presidente George W. Bush fi rmó en ley el 26 de octubre de 2001. El artifi cioso acrónimo signifi ca Uniting and Strengthening America by Providing Appropriate Tools Required to Intercept and Obstruct Terrorism Act of 2001 (Uniendo y Fortaleciendo a EE.UU. Brindando Herramientas Requeridas para Interceptar y Obstruir el Acta del Terrorismo de 2001; Public Law Pub.L. 107-56).
El Acta aumenta la capacidad de las agencias que aplican la ley para intervenir comunicaciones telefónicas, de correo electrónico, registros médicos, financieros y otros; relaja las restricciones sobre la recopilación de inteligencia extranjera dentro de Estados Unidos; expande la autoridad del Secretario del Tesoro para regular las transacciones financieras, particularmente aquéllas que incluyen a individuos y entidades extranjeras; y aumenta la discreción de la aplicación de la ley y las autoridades de inmigración al detener y deportar los inmigrantes sospechosos de actos relacionados con el terrorismo. El acta también expande la defi nición de terrorismo para incluir el terrorismo doméstico, por lo tanto, aumentando el número de actividades para las cuales el Acta Patriótica de EE.UU. puede aplicar sus expandidos poderes de aplicación de la ley.
Mientras escribo este artículo, la prominente celebridad, el actor Charlie Sheen envió una carta al Presidente Obama solicitándole una reunión de 20 minutos, titulada “20 Minutos Con el Presidente”.
La carta fue publicada exclusivamente en los sitios web del conductor de radio Alex Jones, Infowars.com y Prison Planet.com esta semana.
Según Alex Jones, la carta cita la evidencia apoyada por una sustantiva bibliografía online. Prueba que la historia ofi cial detrás del 9/11 es un fraude y que a esta conclusión también llegó la mayoría de los miembros de la Comisión del 9/11, un hecho que obliga al Presidente Obama a reabrir la investigación sobre los ataques terroristas.
En palabras de Jones, Sheen expresa su esperanza de que el Presidente Obama respetará sus promesas de cambio, responsabilidad y transparencia del gobierno usando sus poderes ejecutivos para reexaminar el 9/11, agregando que él votó por Obama con el entendimiento de que seguiría un curso distinto al de la administración Bush.
“Sin embargo, como destaca Sheen en su carta, el curso del primer año de Obama en el cargo indica claramente que no hará nada para revertir las políticas diseñadas por el régimen de Bush, y de hecho ha buscado exceder los abusos de la administración
previa en áreas tales como intervención de líneas telefónicas, rendición, detención sin juicio y guerras en el Medio Oriente – todo esto llegó como consecuencia del 9/11”, dice Alex Jones.
La carta de Sheen es 5una declaración pública que exige la verdad tras el 9/11, mientras EE.UU. se acerca al octavo aniversario desde los trágicos eventos de ese día. Sus preguntas son compartidas por la mayoría de los familiares de las víctimas,
según Bill Doyle, el representante del grupo más grande de las familias del 9/11.
La carta se enfoca en el hecho de que no menos del 60 por ciento de los inspectores
del 9/11 han declarado públicamente que el gobierno estuvo de acuerdo en no decir la verdad sobre el 9/11 y que el Pentágono estuvo comprometido en la decepción deliberada respecto de su respuesta a los ataques.
Sheen también presenta otra evidencia para ilustrar cómo la historia oficial es un fraude, incluyendo las revelaciones de denunciantes tales como el traductor del FBI, Sibel Edmonds, quien recientemente rompió una orden federal para exponer cómo Bin Laden y Al-Qaeda estaban trabajando para el gobierno de EE.UU. justo hasta el día del 9/11, dice Jones.
Mientras, hace pocos días, el asesor ambiental del Presidente Barack Obama, Van Jones, quien se vio enredado en una controversia sobre quemantes declaraciones en el pasado, renunció a su empleo en la Casa Blanca, justo después de lo que él llama una “viciosa campaña de difamación contra mí”.
Un artículo en American Online el miércoles 9 de septiembre, informó que la renuncia de Jones, un funcionario de la administración especializado en “empleos verdes”, amigables con el medio ambiente en el Consejo de la Casa Blanca para la Calidad Ambiental fue ligado a los esfuerzos que sugieren un rol del gobierno en los ataques terroristas de 2001.
Según el artículo, el tema emergió tras informes de prensa respecto de un comentario derogatorio que Jones hizo en el pasado respecto a los Republicanos, y separadamente, el nombre de Jones apareció en una petición conectada con los eventos que rodean a los ataques terroristas de 11 de septiembre de 2001. Esa petición de 2004 pidió una audiencia en el Congreso y otras investigaciones respecto de si altos funcionarios del gobierno permitieron que los ataques ocurrieran.
Los resultados de la encuesta de los lectores del artículo fue abrumadoramente
positiva hacia los comentarios de Jones. De 88,176 votos, 79,244 lo aprobaron.
Y mi pregunta es, ¿por qué los medios decidieron cubrir esto?
Sugiero y sospecho que los medios pueden ver que este asunto está candente y que el público realmente quiere saber, y quieren que la investigación se reabra, pero el gobierno presiona a los medios para mantenerlo a bajo perfil.
Mi opinión es que una investigación solamente puede contribuir a sacar la verdad a la luz y esta gente no debería sentirse amenazada si no tienen nada que ocultar.