por Kent Paterson
Durante décadas, el dinero enviado a casa de parte de algunos mexicanos que trabajaban en los Estados Unidos servía como soporte clave de la economía mexicana. Ahora surgen algunos informes dispersos que indican que hay mexicanos que envían dinero para ayudar a mantener a parientes en los Estados Unidos que están sufriendo la dificultad de la crisis económica al norte de su frontera. Los latinos, en particular los inmigrantes, sufren de manera desproporcionada con los índices de desempleo que oficialmente ascienden para abarcar a casi un 10 por ciento de la población total estadounidense.
De acuerdo con Demetrio Sotomayor Cuéllar, funcionario del departamento estatal de turismo de Chihuahua, una reducción del 21 por ciento comparado con el año pasado del número de paisanos que cruzaron la frontera en Chihuahua entre el 26 de junio y el 14 de julio llevó a los funcionarios a investigar el declive en visitas. Durante la investigación, dijo Sotomayor, los funcionarios dieron con informes poco comunes dentro del Ministerio del Interior mexicano.
Para su asombro, los funcionarios encontraron que algunos mexicanos sostenían económicamente a parientes migrantes. “Esto fue algo nunca antes visto y que ahora se ve”, dijo Sotomayor. “Familiares con empleo en México están enviando dinero a aquellos parientes que están sin empleo en los Estados Unidos”.
No obstante, es difícil saber si el dinero que fluye hacia el norte a los inmigrantes mexicanos desempleados constituye una vertiente importante de ingresos no sólo para los hogares migrantes, sino también para los ingresos impositivos estadounidenses que financian servicios que usan ciudadanos nacidos en los Estados Unidos. El ministro del interior no ha hecho público los informes que citó Sotomayor, y el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática de México tampoco ha comenzado a recopilar de manera sistemática los datos sobre transferencia de dinero a migrantes en los Estados Unidos.
Enfrentados con el problema del creciente desempleo en casa, la mayoría de los mexicanos se pensaría tendrían dificultad en enviar grandes cantidades de dinero a El Norte.
No obstante, existen aún fuentes de efectivo alternativas en México. Las casas de empeño, prestamistas del día de pago y abusivos de toda índole surgen por todas partes; en Guadalajara hasta hay una casa de empeño abierta las 24 horas.
Una cosa es cierta: el agudo declive de remesas enviadas desde los Estados Unidos está golpeando muchos hogares en México. El flujo reducido de remesas tiene serias implicaciones en cuanto a poder sostener programas sociales para el gobierno federal mexicano, ya que depende fuertemente de un impuesto a las ventas del quince por ciento para financiarlos.
El Banco Central de México recientemente reportó una reducción inaudita del 19,9 por ciento en remesas recibidas en México durante el mes de mayo. De enero a mayo, decayeron las remesas en un 11,2 por ciento comparado con el mismo periodo del año pasado, según el Fondo Monetario Internacional.
Un análisis que hiciera BBVA Bancomer de España calculó que los dólares de migrantes que recibe México podrían caer hasta en cuatro mil millones de dólares este año, lo cual reduce el ingreso de las remesas en el país de unos $25,1 mil millones en el 2008, a algo más de $21 mil millones en el 2009. Otras estimaciones ponen el total anticipado de remesas entre $22 y $23 mil millones para el 2009.
El impacto de la reducción en los ingresos por remesas se siente más en algunos lugares de México que en otros.
Durante los primeros tres meses del 2009, 26 de los 32 estados de México captaron menos remesas. Los estados de Chiapas, Veracruz, Guanajuato y México tuvieron el mayor declive en dólares de los migrantes. Por otro lado, un puñado de estados vieron un aumento en las remesas. Las entidades que tuvieron un aumento positivo incluyeron Aguascalientes, Baja California Sur, Coahuila, Colima, Jalisco y Nayarit.
Como el tercer recipiente mayor de remesas detrás de la India y la China, México no está solo en tratar de hacer frente a la crisis de las remesas. El Banco Mundial calculó este mes que las remesas de migrantes a nivel global, que llegaron a $328 mil millones en el 2008, podrían reducirse a $304 mil millones en el 2009.
Algunas naciones dependen hasta más que México del dinero que ganan sus nacionales en el extranjero.
Tajikistán, Lesoto, Guyana, Moldova y Honduras están entre los países en los que las remesas de los migrantes representan un cuarto o más del Producto Nacional Bruto.
No todas las noticias del frente de las remesas son negativas. El sur de Asia se anticipa recibirá mayores ingresos este año que el año pasado de los migrantes que trabajan en la región del Golfo Pérsico. Hispanic Link News Service
(Kent Paterson investigó y redactó esta nota para Frontera NorteSur, una publicación del Centro para Estudios Latinoamericanos y Fronterizos de New Mexico State University. Vuelta a publicar con licencia). © 2009