por José Armas
ALBUQUERQUE — Nuevo México es el único estado de mayoría hispana en la nación. Los latinos conforman casi 57 por ciento de sus estudiantes, mientras los blancos forman el 29 por ciento.
Las escuelas públicas del estado no logran educar a más de la mitad de aquellos niños latinos. Dicho de otro modo, el birthplacenúmero de desertores latinos es casi el mismo que todos los estudiantes blancos en el estado.
Para confrontar este tsunami inminente que amenaza el futuro social y económico de Nuevo México, varios líderes preocupados formaron “The Latino/Hispano Education Improvement Task Force”.
Ellos señalan que los latinos forman casi 70 por ciento de todos los estudiantes de escuela primaria del estado, presagiando el continuo cambio de población.
Debido a esta situación, los miembros de la fuerza de trabajo dicen que están convencidos de que la crisis de educación latina seguirá creciendo a menos que haya una intervención para “forjar una redirección mayor y más provocativa”.
El tema salió a la superficie cuando el South West Organizing Project (SWOP) señaló que la reciente sesión legislativa incluyó un proyecto para crear un departamento de policía independiente dentro del sistema de escuelaspúblicas de Albuquerque.
La organizadora de SWOP Emma Sandoval reaccionó inmediatamente.
“No necesitamos un departamento de policía para que quite dinero de la educación de nuestros hijos”.
Con movilización y organización por parte de líderes comunitarios, el proyecto se desvaneció en ambas cámaras.
Muy seguido se culpa a la pobreza y sus capacidades limitadas en inglés por el fracaso del país para educar a los hispanos. Sin embargo, Laredo, Texas—en un momento califi cada como “la ciudad más pobre del país “—tiene un distrito escolar con una matrícula latina de 96.4 por ciento, 71 por ciento son pobres y 48 por ciento tienen limitadas capacidades para el inglés. Sin embargo, 87.7 por ciento de los latinos ahí reciben un diploma de secundaria en cuatro años. En Albuquerque las escuelas públicas, que forman el distrito más grande del estado, sólo 37 por ciento de los latinos se graduaron en cuatro años.
La Fuerza de Trabajo ha forjado asociaciones con grupos de base en el estado, sindicatos, legisladores y administradores para que adhieran a su misión.
Recientemente el grupo se acercó al gobernador Bill Richardson pidiéndole apoyo para seis iniciativas que incluyeron declarar un estado de crisis, haciendo cambios en el Departamento de Educación y fi nanciando esta fuerza de trabajo basada en la comunidad para capacitar a los padres y educadores por todo el estado para redirigir las prioridades escolares.
El gobernador aprobó las seis iniciativas, prometiendo dinero de estímulo para financiar el proyecto. Richardson también prometió hacer de la reforma a la educación una prioridad para los siguientes 17 meses de su período como gobernador.
Pero, dado que Nueva México se ha elevado desde el 50mo al 48mo puesto entre
los estados de EE.UU. en su tasa de deserción, todavía queda un largo camino. El miembro de la Fuerza de Trabajo Adrian Pedroza dice que espera que antes de que termine el período de ocho años de Richardson, finalmente comience el cambio. Hispanic Link.