por Raúl Reyes
Yo creí que todo lo había oído ya de Lou Dobbs, el de mayor renombre para CNN en cuanto a la histeria contra los inmigrantes. No obstante, me sorprendió cuando remetió contra el presidente Obama recientemente por dar un discurso ante la Cámara de Comercio Hispana de los Estados Unidos (USHCC por sus siglas en inglés). Dobbs acusó a la USHCC por ser “una organización interesada en la exportación de capital y producción estadounidenses a México y la exportación de drogas y extranjeros enajenados de México a los Estados Unidos”.
En realidad, la misión de la USHCC es de “fomentar el desarrollo económico hispano y crear la prosperidad sostenible para beneficiar a toda la sociedad de los Estados Unidos”. La cámara protestó los comentarios de Dobbs y luego él pidió disculpas por haberse “expresado mal”.
El cuento se ha acabado. Casi.
Personalmente, no puedo sino preguntarme cuál habría sido el resultado si Dobbs hubiera hecho los comentarios incendiarios sobre un grupo africano-americano o judío.
Las organizaciones de abogacía hispanas son como el difunto Rodney Dangerfield – no se les da ningún respeto.
Sólo hay que preguntarle a Thomas Sáenz, consejero legal al alcalde de Los Ángeles Antonio Villaraigosa.
Sáenz iba a ser director de la división de derechos civiles del Departamento de Justicia, noticia reportada por todas partes, desde los blog al New York Times, que le habían ofrecido el puesto y que él había aceptado. Luego cancelaron la oferta y nombraron en su lugar a otro latino, secretario de trabajo del estado de Maryland, Thomas Pérez.
¿Cuál fue el problema? La inmigración – aunque la división de derechos civiles tiene que hacer principalmente con los derechos al voto, la discriminación y la mala conducta policíaca.
La Casa Blanca de Obama se asustó, aparentemente, con la oposición al historial de trabajo de Sáenz con el Fondo Mexicano Americano de Defensa Civil y Educación (MALDEF por sus siglas en inglés). Una carta a la página de opinión del Investor’s Business Daily dijo que Sáenz era “un hombre quien se ha dedicado la vida a promover los derechos de los inmigrantes ilegales”.
A mí me parece que Sáenz ha hecho un trabajo estelar protegiendo los derechos constitucionales de los latinos. Lideró la lucha en 1994 contra la propuesta 187 en California, la cual habría negado servicios de educación y de salud a los trabajadores indocumentados.
La verdadera historia aquí es que los restriccionistas han logrado distorsionar la misión de grupos como MALDEF y el Consejo Nacional de La Raza.
Yo no soy miembro de estas organizaciones, ni he concordado con todas sus políticas. No obstante, respeto los esfuerzos que han hecho por parte de los hispanos, y creo que su labor en cuanto a los derechos civiles es de beneficio a todos los residentes de los Estados Unidos. Me perturba que por lo que respaldan la reforma comprensiva del sistema migratorio, los tildan de “a favor del enajenado ilegal” o peor, los denuncian por ser extremistas.
Es irónico que algunos de los críticos más acérrimos de los grupos de abogacía latinos están ellos mismos muy alejados de la corriente general. Encuesta tras encuesta ha mostrado que una mayoría de adultos en edad de votar favorece algún tipo de camino a la ciudadanía para los aproximadamente 12 millones de residentes indocumentados de los Estados Unidos. Los intransigentes en contra del inmigrante no salieron bien en las elecciones del 2008.
Es fácil asociar a los grupos de cabildeo con proteger los intereses y la influencia de los pudientes y poderosos. Pero MALDEF y La Raza nacieron de la subrepresentación política, la discriminación, y la lucha por los derechos civiles.
También han sido campo de capacitación para los más importantes abogados hispanos.
Yo tengo fe en el compromiso de Obama con la reforma comprensiva. Tal vez sencillamente no quería una audiencia de confirmación distrayente mientras lidiaba con la tenebrosa situación económica. Pero es decepcionante pensar que cedió ante una minoría vocal con una perspectiva intolerante de los latinos. Hispanic Link.
(Raúl Reyes es un abogado quien reside en la ciudad de Nueva York. Comuníquese con él a: rarplace@aol.com). © 2009