domingo, noviembre 24, 2024
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¿Hará Obama de Papá Noël para los hispanos?

by James E. García

U.S. Navy Chief Petty Officer Bill Mesta replaces an official picture of outgoing President George W. Bush: with that of newly-sworn-in U.S. President Barack Hussein Obama, in the lobby of the headquarters of the U.S. Naval Base January 20, 2009 in Guantanamo Bay, Cuba. (phot by Brennan Linsley-Pool)El Oficial de la Marina de EE.UU. Bill Mesta reemplaza una foto oficial del saliente Presidente George W. Bush con la del recién electo Presidente Barack Hussein Obama, en el vestíbulo de la oficina central de la Base Naval estadounidense en Bahía Guantanamo, Cuba el 20 de enero de 2009. (photo by Brennan Linsley-Pool)

PHOENIX — Una publicación bilingüe local tuvo una ilustración de Barack Obama en la portada con un titular que posó una pregunta provocante si bien indelicada: “¿Podría ser un Papa Noël para nosotros?”

Con “nosotros” se refería a la comunidad latina de los EE. UU.

La respuesta corta a esa pregunta es “no”. Los latinos no se despertarán este año para encontrar una pila de iniciativas de política pública envueltas en papel de seda brillante que harán que de repente todo esté bien. La política, como la vida, no funciona así.

La pregunta que deberíamos hacernos es si el señor Obama tendrá en cuenta de manera rutinaria las necesidades y los intereses de los latinos en lo que va detrás de la ya muy atiborrada agenda de su administración.

A esa pregunta, ofrezco un entusiasta si bien indelicado “sí”.

No quiero sonar cínico. Estos tiempos requieren cierto optimismo cauteloso. Por uno – y espero que esté usted sentado – los políticos no siempre cumplen con sus promesas. Además, el hacer campaña para ser presidente es muy diferente de ser presidente.

En términos simples, no siempre recibimos lo que queremos.

Para dejar algo sentado, aquí hay algunas de las cosas que Obama les prometió a los electores latinos durante la campaña: más empleos; estabilidad económica; recortes de impuestos para la clase media; protecciones para el obrero; un fin rápido a la guerra en Irak; mayor acceso a cuidados médicos; más inversión en la educación pública; mayor acceso a la educación superior; y un plan de reforma migratoria que penalice a los empleadores que contratan a inmigrantes ilegales y que ofrezca un camino a la ciudadanía a millones de inmigrantes indocumentados.

Si mucho de esto suena a las promesas que les hizo a la mayoría de los electores de la nación, hay una buena razón por qué: la mayoría de los latinos no son diferentes a todos los demás. Suelen importarnos los mismos asuntos fundamentales. Resulta sencillamente que nos importan algunos de esos asuntos de maneras un poco diferentes.

Consideremos lo siguiente: Los latinos están entre los menos probables a contar con seguro médico. Nuestra juventud deserta la escuela secundaria en índices alarmantes por lo altos que son. Durante épocas de economía lenta, los latinos muchas veces son los primeros en verse sin empleo y últimos en ser vueltos a contratar. La tasa de ejecución de hipotecas entre los dueños de casa latinos desde el 2006 fue un 6.7 por 1,000 viviendas comparado con un promedio nacional de 4.5 por cada mil, según un informe reciente que publicó el Wall Street Journal. Y muchos de nosotros tenemos parientes quienes son inmigrantes recientes.

La clave para asegurar que la tal llamada agenda latina sea parte de la agenda de la Casa Blanca de Obama dependerá de nuestra capacidad de adquirir y mantener acceso al nuevo presidente. Las nominaciones que anunció Obama a su gabinete fueron un buen comienzo. Senador por Colorado, Ken Salazar, representante por California Hilda Solís y gobernador de Nuevo México Bill Richardson fueron seleccionados para encabezar los departamentos del Interior, Trabajo y Comercio respectivamente, aunque Richardson ha retirado su nombre a raíz de un posible escándalo en Nuevo México.

Otras movidas claves de Obama incluyen la selección de Cecilia Muñoz, una de las más entendidas en temas de políticas en Washington, como directora de la Casa Blanca para asuntos intergubernamentales.

Nuestro acceso al presidente también lo asegura el hecho que el equipo de Obama no olvidará muy pronto el rol importante que jugaron los latinos en la elección del nuevo presidente.

En Nevada, Colorado y Nuevo México, estados que votaron por Bush en el 2004, los electores latinos ayudaron a determinar que ganara Obama. A nivel nacional, dos tercios de los votantes latinos optaron por Obama y no por el republicano John McCain. ­Los electores latinos serán un porcentaje creciente del voto en total en los años venideros.

Los latinos se han ganado un rol en las decisiones tomadas en la Casa Blanca que determinarán el futuro de nuestra nación. En el 2010, ¿podrán los latinos hacer reflexión y decir que Obama cumplió con sus promesas?

A esa pregunta, ofrezco un entusiasta si bien indelicado “Espero que sí”. Hispanic Link.

(James E. García es periodista y becado de investigación principal en el Center for Community Development and Civil Rights de la Arizona State University. Comuníquese con él a: james.garcia@asu.edu). © 2009

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