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¿Qué es lo blanco en la caca de un pájaro?

por José de la Isla

HOUSTON – El politólogo Samuel P. Hun­tington, de 81 años, falleció en la Nochebuena, de causas naturales. Se le conocía por un artículo que publicara en 1993 en la revista Foreign Policy que luego convirtió en un libro titulado, “Clash of Civilizations and the New World Order”, en el que afirmóque el conflicto después de la Guerra Fría se centraríaen diferencias culturales y no ideológicas.

Los presidentes Mikhail Gorbachev y George H.W. Bush utilizaron la noción del nuevo orden mundial de Huntington para definir el periodo que siguió la Guerra Fría.

Fría.El libro de Huntington publicado en el 2004, “Who Are We? The Challenges to America’s National Identity”, trató de su idea que nuestra identidad se enfrentaba con una posible amenaza cultural de una migración latina a grande escala. Varios ideólogos y nativistas se hicieron con la idea para justificar sus prejuicios. Algunos tontos por allí salieron histéricos en programas de radio, aseverando que estaba por llegar una “reconquista”. Imagínense – alegaban que México estaba volviendo a tomar partes del suroeste. Yo le oí a Pat Buchanan decirlo por el canal noticioso por cable, MSNBC.

Huntington advirtió que las tendencias podían “dividir a los Estados Unidos en dos pueblos, dos culturas y dos lenguas”. Los que saben del informe Kerner de 1968 sobre las manifestaciones de los tiempos ya conocen ese tipo de advertencia: “Nuestra nación se está moviendo hacia dos sociedades, una negra, una blanca – separadas y desiguales”.

Persona conciente durante la última década sabe que somos – y que hemos sido siempre – más de dos.

Es importante volver a tratar este tema por que Huntington – que en paz descanse – expresó e inspiró más miedo que perspectiva sobre nuestra identidad nacional.

Esto se hizo claro después de leer “Man Without a Country” escrito por Kurt Vonnegut, publicado por primera vez en el 2005, a dos años de su muerte.

Este corto volumen de 146 páginas tiene mucho que recomendarle. Es una mejor advertencia sobre la sociedad y la política. Vonnegut, considerado más bien autor de ciencia fi cción y de obras clásicas como Slaughterhouse Five y Breakfast of Champion, pero fue en realidad un observador de nuestra era. Le interesaba la ciencia. Estudió antropología.

Confesó Vonnegut,“Fue un gran error que me recibiera con un título en antropología”, pero fue una suerte para nosotros que lo hiciera. La misión de la antropología es buscar las diferencias entre grupos de seres humanos, a diferencia de la política, que trata mayormente del poder de un grupo sobre otro.

Por ejemplo, recientemente oí una discusión entre dos estudiantes de primer año de universidad, con 19 años de edad. La primera dijo que su problema era que venían “de diferentes culturas”. Ambos venían de similares circunstancias,nivel social y económico,y asistieron a la misma escuela. Él era negro y ellaera blanca.

Lo que ella quería decir,me parece, es que percibía una diferencia en alguien que no provenía de su pueblo en Long Island ni compartía su estilo de vida,inflexiones lingüísticas ni actitudes sobre la diversión popular.

Son diferencias, sí, pero no tratan de cultura. Tratan mayormente de cómo se identifi can. Algunos jóvenes japoneses se pintan el cabello de colores brillantes y extravagantes y visten disfraces fantasiosos para identifi carse más allá de un grupo homogéneo. La identidad puede ser voluntaria y cambiante y no se prescribe – la cultura mayormente síse prescribe.

Aquí es donde se equivoca Huntington. Confunde la identidad de la gente y la convierte en la trama del Candidato de Manchuria. No es sólo un error llevar a la deriva de esta manera, es ser insincero. Como consecuencia, muchas personas inocentes convirtieron una situación política en una superstición cultural y en una amenaza.

¿Cuál es la lección? Que una nacionalidad como la nuestra nunca debe convertirse en un culto.

Dice Vonnegut en su libro, “Aun los chistes más sencillos se fundamentan en pequeñas punzadas de miedo”, y pregunta, “¿Quées lo blanco en la caca de un pájaro?

La respuesta es, “Es caca de pájaro también”.]

Por eso es que es mejor leer a Huntington como si estuviera contando chistes.

El blanco del chiste son las personas que lo creyeron.

[José de la Isla redacta un comentario semanal para Hispanic Link News Service. Es autor de “The Rise of Hispanic Political Power” (Archer Books,2003). Comuníquese con él a: joseisla3@yahoo.com].© 2009

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