por Marvin J. Ramirez
La venta de Estados Unidos a los banqueros internacionales y los consorcios de petróleo sigue sin ser cubierta por los majestuosos medios, mientras la bella durmiente (el público norteamericano) permanece frente a sus televisores viendo sus películas favoritos, comprando sus últimos iPods, y siguen conduciendo y comprando autos a gasolina.
Las altas emociones provocadas por las recientes alzas en el precio del gas que han alertado a la gente de que algo malo está pasando en el país, han sido compensadas por la suave disminución del precio de los combustibles en algunos centavos.
El célebre político y el portavoz de facto de la industria del petróleo, George W. Bush, nuevamente está tratando de actuar como redentor de nuestra desgracia, pidiéndole al Congreso que permita a los magnates del petróleo que comiencen a perforar por petróleo en la Costa Pacífica submarina.
“El Congreso debiera ‘programar una votación sobre la exploración submarina lo antes posible’ y “no insertar ninguna píldora venenosa legislativa”, fue el mensaje que envió Bush en un capitalizado titular el martes a los medios nacionales.
“No hay una sola respuesta a nuestros problemas energéticos. Pero una parte de resolver el dilema que están enfrentando nuestros consumidores, que todos los trabajadores de Estados Unidos enfrentan, que es el alto precio de la gasolina, es una mayor exploración en EE.UU. Y podemos hacerlo de una manera que proteja el medio ambiente. Entonces cuando el Congreso se reabra, deben actuar. Y no deben trucar la legislación, deben permitir un voto para arriba o para abajo y permitir que los miembros expresen la voluntad de sus constituyentes”.
A primera vista, las palabras del Presidente suenan muy altruistas, sinceras y llenas de datos reales. Cualquier norteamericano inocente (durmiente) creerá en su Comandante en Jefe cuando los obedientes y sesgados medios lo repitan durante toda la semana en sus cadenas.
Sin embargo, lo que Bush no está diciendo, los medios no lo van a destacar, no lo van a seguir, como sí siguen las actividades anti-inmigrantes de Minute Men.
En otro titular capitalizado, la escritora Marie Gunther contradice gran parte de lo que se dice.
“Grandes reservas de petróleo de Alaska no se usan, luego de 30 años, alguien de adentro fi nalmente constata que Estados Unidos cuenta con el gas y petróleo que necesita”.
Estados Unidos tiene más reservas de petróleo que Arabia Saudita, pero está feliz haciendo un escándalo de la información que ha sido cubierta por años.
Los pozos han sido perforados, es solo un asunto de abrir el grifo para proveer a EE.UU. lo que necesita por 200 años.
Una ejecutiva del petróleo de 30 años con leucemia, quien decidió hablar, confirmó estas sorprendentes revelaciones.
En 1980, Lindsey Williams escribió un libro, The Energy Non-Crisis, basada en lo que ella vio durante la construcción del gasoducto Trans-Alaska. Como capellán asignado a un status ejecutivo y la junta de Atlantic Richfi eld & Co. (ARCO), fue privada de brindar información detallada.
“Todos nuestros problemas energéticos pudieron haber sido resueltos en los años 70 con el gran descubrimiento de petróleo bajo la Isla Gull, Prudhoe Bay, Alaska,” dijo Williams. “Ahí hay más petróleo en grado puro que en toda Arabia Saudita. La Isla Gull contiene tanto petróleo y gas natural que los norteamericanos podrían usar en 200 años”. De manera extraña, inmediatamente después de este descubrimiento masivo, el gobierno federal ordenó que las perforaciones fueran cubiertas y la producción de petróleo se cerrara.
Desarrollar el petróleo de Alaska habría hecho que Estados Unidos fuera totalmente independiente de las importaciones de petróleo, dijo Williams en su libro, según el artículo de Gunther.
“¿Por que el gobierno está cubriendo tal buena noticia?”, sigue el artículo.
Y termina: “¿Por qué quiere ser dependiente del petróleo importado? ¿Acaso los financistas internacionales que han invertidofuertemente en la industria del petróleo quieren mantener la oferta limitada y los precios altos?
“¿Acaso el Comité de Energía y Recursos Naturales del Senado, encabezado por el Sen. Frank Murkowski (R-Alaska), investigará lo que sería un encubrimiento criminal? ¿Harán inquisiciones los comités de la Cámara? ¿O el Departamento de Justicia? Ya que este encubrimiento se ha extendido por cuatro presidencias, sólo la rabia del público podría conducir a la acción”.
Puedo asumir que los medios son un cómplice en este encubrimiento, como todos en nuestro gobierno, sobre todo los funcionarios públicos electos quienes se enamoran del poder y venden sus almas al diablo y traicionan al pueblo.
(Libro de Lindsey Williams, The Energy Non-Crisis, por $7 más S&H llamando gratis al 800-321-2900).