por el personal del El Reportero
Después de una lucha de más de una década, José Morales, un anciano de 78 años de edad que vivió en su hogar durante más de 40 años, fi nalmente perdió su apartamento en el 572 de la Avenida San José en San Francisco.
Sin embargo, unos informes sugieren que a causa de la resistencia de Morales, los propietarios sometieron una causa invocando el Acta de Ellis contra él en 2005, una ley que permite a propietarios poder sacar sus propiedades del mercado de renta, que muchos usan para vender las unidades como condos o tenencias en común para obener más ganancias.
Los propietarios reclamaron que ellos querían cambiarse a la unidad de Morales, a pesar de poseer una unidad actualmente vacía en el mismo edificio. Para muchos, Morales representan el alma de San Francisco, un viejo residente comprometido a hacer de esta ciudad un mejor lugar para vivir. El había prometido luchar el desalojo con la misma tenacidad que él ha luchado para causas innumerables durante su vida, y es improbable que él no estará luchando solo.
Sin embargo, el Tribunal Superior de San Francisco falló contra Morales en septiembre de 2007, negándole su derecho a que un jurado decidir si los propietarios conformaban con la ley escrita o si ellos utilizaban el Acta de Ellis como venganza por la lucha de Morales contra el desalojo. El juez ordenó el desalojo, mientras el Tribunal de Apelaciones rehuzó oír la última apelación de Morales. Sin embargo, Morales todavía puede apelar al Tribunal Supremo de California.
Rodeado y asistido por aproximadamente 20 personas, incluyendo as miembros de diferentes organizaciones comunitarias, como PODER, Morales movía caja tras caja con sus cosas personales.
“Estuvimos todos allí cuando el Alguacil vino”, dijo Edwin Lindo, un activista independiente de la comunidad que ha estado apoyando a Morales moralmente. “El alguacil dijo que si él (Morales) no podía sacar todo, él tenía unos pocos días más para regresar por ello”. La mayor parte de sus pertenencias se quedaron dentro de la casa, y según testigos, el propietario dijo que él las pondría en una bodega.
La batalla de Morales empezó en 1993, cuando los propietarios de un edificio de dos unidades que en el 572 de la Avenida San Jose decidieron mudarse a una de las unidades. En aquel momento, San Francisco permitía a propietarios que se mudaran a edifi cios con menos de cuatro unidades y poder desalojar a cualquier otro arrendatario después de seis meses de ocupación.
Activistas de rentas pusieron en la boleta electoral la Proposición I, eliminando esta laguna legal. Morales trabajó constantemente en la campaña, trabajo que dio fruto cuando la medida entró en vigencia en 1994.
Los propietarios acabaron por no mudarse como resultado, creando la especulación de si ellos planearon vivir realmente en la unidad, o sólo querían mudarse para desalojar a Morales. Las agencias de noticias y BeyondChron contribuyeron con este informe.