por Alex Meneses Miyashita
Robert Menéndez
Líderes del Congreso y defensores de derechos civiles y religiosos están haciendo presión para asegurar que los detenidos inmigrantes reciban cuidado médico básico e importante, que sostienen no se les brinda en los centros de detención federales.
Sostienen que varios inmigrantes mantenidos en custodia en las instalaciones de Inmigraciones y Aduanas (Immigration and Customs Enforcement) han muerto como resultado de un tratamiento médico inadecuado o falta de éste, desde que la agencia fue creada en2003.
La American Civil Liberties Union constata largos retrasos de tratamiento, medicamentos que son negados y rechazo de referencias como parte de una “gran negligencia médica” del cuidado de los detenidos, como fue documentado en la instalación de Otay Mesa, cerca de San Diego. La instalación ahora enfrenta una demanda por parte de la organización.
Miembros de ambas cámaras del Congreso están tratando de avanzar un proyecto que abordaría la cuestión. El Acta de Cuidados Médicos Básicos de Detenidos de 2008 requeriría cumplimiento con los estándares médicos básicos y crearía una visión general de ICE.
El Sen. Robert Menéndez (D-N.J.), auspiciador del proyecto en la cámara alta, dijo que buscaría los “vehículos” existentes para adjuntar el proyecto de modo de asegurar que sea votado antes del fin de este Congreso.
Además, Menéndez dijo que se reuniría con los presidentes del Departamento de Seguridad Interior y del ICE para discutir un tema que el senador dijo sería abordado de manera administrativa a un grado amplio.
“Una detención no debería nunca ser lo mismo que una sentencia de muerte”, dijo, agregando que tal “tratamiento negligente” hacia los inmigrantes, independiente de su estatus legal, no debería ser tolerado.
Menéndez calificó de “atroz” al tratamiento que encontró en los centros de detención.
Una de las historias más visibles es la del inmigrante salvadoreño, Francisco Castañeda, quien recibió un tratamiento tan inadecuado a sus lesiones en el pene mientras estuvo detenido en 2006, lo que lo condujo a un cáncer que, según sus abogados, pudo haber sido evitado.
Los retrasos en los cuidados y el rechazo de las autoridades federales marcaron el destino de Castañeda. Mientras estuvo detenido por 11 meses, las biopsias ordenadas por personal médico en el sitio fueron negadas por funcionarios fuera del sitio. Luego de 11 meses, fue liberado, pero su cáncer estaba tan avanzado, que su pene debió ser amputado. Pero el cáncer ya se había difundido. Murió a los 36 años.
The Washington Post estima que 83 inmigrantes detenidos han muerto desde que la agencia fue creada en marzo de 2003 hasta marzo de 2008. El ICE no tiene la obligación de informar o mantener un registro de estas muertes. El proyecto impondría este requerimiento en la agencia.
El portavoz del ICE, Richard Rocha dijo que “mientras cada muerte es un evento desafortunado”, la agencia “toma grandes medidas para asegurar que nuestros detenidos reciban un cuidado a la salud adecuado”.
Rocha señaló que el ICE cuenta con cerca de 1.5 millones de individuos desde 2003, y declare que la proporción de muertes es “dramáticamente inferior” para los detenidos del ICE que para la población encarcelada de EE.UU.
La agencia gasta cerca de $100 millones al año en cuidado a la salud para los detenidos y ha gastado decenas de miles de dólares para pagar por procedimientos médicos necesarios, tales como bypass coronarios, agregó.
Rocha dijo que todos los detenidos son examinados médicamente una vez que están bajo custodia del ICE, y agregó que la agencia cuenta con unos 700 miembros de personal médico en todas sus instalaciones. La agencia trabajará con profesionales externos si es necesario.
La ACLU sostiene que hay “serios problemas sistémicos” con las políticas de cuidado médico del ICE, tales como requerir al personal en terreno que obtenga autorización fuera de terreno para realizar servicios especializados, tales como una biopsia, el mismo procedimiento burocrático que le costó la vida a Castañeda. Hispanic Link.
