Sólo una vez, me gustaría ver a Wall Street rendir cuentas
por Richard Lawless
SAN JUAN /TEMECULA – Hay que enfrentarlo. Si usted o yo participáramos en un esquema que causa pérdidas por 30 millones de dólares, seríamos despedidos por el resto de nuestras vidas. Por desgracia, si trabaja en una de las tres grandes agencias de calificación crédito (Moody, Fitch o S&P), o en uno de los mayores bancos, como Chase, Citibank o Goldman Sachs, tiene una tarjeta gratis para salir de la cárcel.
Regresemos a 2007 y 2008, cuando la crisis de valores respaldados por hipotecas puso a nuestro país de rodillas y se hizo claro que Wall Street tenía que buscar otro medio para remplazar las grandes cuotas que estaban ganando a través de la calificación y venta de bonos hipotecarios basura como inversiones seguras. Antes del fin de 2007, se puso en claro que decidió transferir ese mismo modelo de negocios al mercado de bonos municipales. Las mismas estrategias que causaron la crisis financiera de 2007-2008.
A principios de 2007 el mercado municipal de bonos colapsó; no por accidente, sino por diseño. Ese año había menos de un trillón de dólares en bonos en el mercado. Hoy esa cifra alcanza alrededor de 4 trillones de dólares. Este tipo de expansión imprudente toma la cooperación entre todas las partes, las agencias de emisión, las compañías calificadoras y los mayores bancos de Wall Street.
Todo mundo sabe que la crisis financiera de 2007-2008 fue resultado de que las tres grandes agencias de calificación crediticia, consciente y deliberadamente, emitieron una elevada calificación crediticia en los paquetes de hipoteca que todo mundo en la industria sabía que eran impagables. Entonces los bancos, consciente y deliberadamente, vendieron esas inversiones camufladas a inversionistas inocentes. Las agencias de calificación y los bancos ganaron cuotas récord y la economía norteamericana perdió trillones de dólares. Sólo un banquero pobre fue procesado. ¿Por qué no hacerlo de nuevo? Lo hicieron.
Sabemos que trillones de bonos municipales están ahora en el mercado con calificaciones que indican que son inversiones seguras. Una simple lectura del memorádum de bonos en oferta muestra que la Agencia de Emisiones está técnicamente en bancarrota con obligaciones de pensión significativas e inmanejables. Muchas de estas agencias también están enfrentando demandas por violación de acuerdos críticos de bonos, reflejando acciones que indican un manejo no seguro por parte de las agencias líderes. Aún reciben grados de calificación de inversión.
Debido a la crisis de bonos hipotecarios, las agencias nunca podrían pagar la deuda que crearon, de modo que se les ha pedido que refinancien esta deuda frecuentemente para evitar los incumplimientos inevitables que crearía la falta de pago. Las agencias de calificación y los bancos registran las cuotas de ingreso, mientras que el refinanciamiento continúa. Esto se llama Esquema Ponzi y Bernie Madoff fue a la cárcel por lo mismo.
Bueno, el castillo de naipes puede colapsar en Puerto Rico este año, y todos estos factores han salido a la luz. Conocemos al personal que firma las calificaciones fraudulentas de crédito, conocemos a los que vendieron estos bonos basura como sanas inversiones. Ninguno de ellos ha sido entrevistado por el SEC o el FBI. Todas las firmas de Wall Street están en clara violación de la nueva legislación de Dodd Frank y cualquier número de códigos criminales.
De nueva cuenta, el poder de Wall Street y la corrupción política sólo va a garantizar incumplimientos futuros. Hoy son $30 billones, el próximo año, Chicago, Connecticut o California pueden ser algunos trillones en pérdidas. Todo creado intencionalmente por lo que uno podría considerar una empresa criminal.
(Richard Lawless es ex banquero con especialidad en evaluación y garantía de deuda durante 25 años. Tiene grado de Maestría en Finanzas por la Universidad de San Diego y grado Bachiller por la Universidad Pepperdiner. Ha formado parte de varias Juntas Corporativas y escribe activamente en un número de publicaciones financieras.)