Expertos advierten que la falla de San Andrés está “lista para temblar”
por Isabelle Z.
Mientras los californianos transcurren su vida diaria, muchos de ellos permanecen felizmente inconscientes de la amenaza que les acecha: un temblor monstruos, que los científicos consideran retrasado en gran medida.
El director del Centro Sísmico del Sureste de California, Thomas Jordan, subrayó que la falla de San Andrés no ha tenido acontecimientos notables desde 1857, cuando el último gran terremoto que sacudió la sección sureste golpeó el área desde el condado de Monterey hasta las Montañas de San Gabriel cerca de L.A., un temblor registrado en 7.9 en la escala Richter.
Los científicos advierten que la llegada de un temblor masivo que normalmente ocurre cada cien años es sólo cuestión de tiempo, y podría dejar a miles o decenas de miles de personas muertas o sin hogar.
Jordan señaló en la Conferencia Sísmica Nacional en Long Beach: “Los muelles del sistema de San Andrés se han dañado y están muy, muy apretados, y la falla de San Andrés del sureste, en particular, parece que está bloqueada, cargada y lista para temblar”.
Él añadió que otras áreas de la falla, la cual mide 810 millas en total, son también altamente vulnerables. Los científicos sostienen que la capa del Pacifico debe moverse hacia el noroeste de la capa Norteamericana a un ritmo de 16 pies cada cien años para reducir la tensión, pero esto no ha ocurrido, lo que significa que la tensión se ha ido acumulando hasta alcanzar niveles insostenibles durante más de 100 años.
Jordan cree que el estado debe prepararse para ese evento devastador, y recomendó a la ciudad de Los Ángeles reforzar los edificios más viejos de concreto, así como sus redes de telecomunicaciones. La falla no pasa propiamente por la ciudad, pero podría oscilar de todos modos.
Según el Estudio Geológico de U.S., un temblor de 7.8º de magnitud podría causar hasta 1,800 muertes, 50,000 heridos, y daños por un total de $200 billones en el transcurso de sólo dos minutos.
Un temblor de esa magnitud no se ha visto desde 1857, cuando un temblor que tuvo su epicentro en Parkfield, condado de Monterey, se abrió camino por la falla a lo largo de 185 millas, antes de dirigirse el este de Los Ángeles. El poder del temblor causó el licuamiento del suelo y destruyó incontables edificios, si bien es importante notar que las áreas afectadas no estaban tan urbanizadas como lo están ahora.
El próximo terremoto podría ser peor de cómo se predice
Lo que es peor, algunos expertos creen que el próximo temblor puede coincidir con un deslizamiento de la adyacente falla de San Jacinto, que corre por ciudades más densamente pobladas, y podría elevar la devastación a niveles mucho más altos que los predichos. Esto es lo que se cree que ocurrió en 1812, y hay una alta probabilidad de que pueda ocurrir de nuevo, ya que los eventos geológicos del pasado se consideran Buenos indicadores de los acontecimientos futuros.
Mientras Jordan hizo un llamado a L.A. para estar preparado, otros expertos piensan que el área no está preparada adecuadamente para un desastre natural de esa magnitud.
La profesora Lisa Grant Ludwig, de la Universidad de California, dijo: en el sureste de California, gran parte de nuestra infraestructura fue construida para soportar una ruptura de las fallas de San Andrés o de San Jacinto, pero no de ambas al mismo tiempo.
Las autoridades de California han estado trabajando junto con funcionarios estatales y militares para establecer planes de qué hacer cuando “el Grande” ocurra. Se piensa desplegar personal civil y militar, así como equipo, incluyendo aviones de carga, barco y helicópteros, junto con miles de soldados, funcionarios de emergencia y personal médico.
El Teniente Coronel del Ejército Nacional del Estado de Washington, Clayton Braun, dijo: “La respuesta van a ser órdenes de magnitud superior al huracán Katrina o la súper tormenta Sandy”.
Estar preparados es la clave para un desastre natural
Mientras los expertos predicen que un temblor de magnitud de 7.8º de la falla de San Andrés podría destruir los acueductos de la ciudad “cortando, por tanto, el suministro de agua en 70 por ciento en el sur de California–, es importante que la gente sea consciente de las posibilidades y que se prepare en consecuencia.
La gente que vive en el área y sus alrededores necesita prepararse para la posibilidad de cortes en la comunicación y el transporte de energía eléctrica, alimentos y agua. Además, es importante tener en mente que la aplicación de la ley sea más estricta en esos eventos, ya que criminales y oportunistas pueden huir tras amplios robos y saqueos. Por tanto, es esencial tener un buen suministro de agua potable, comida nutritiva que no necesite cocinarse, una radio cargada con baterías, dispositivos de filtro de agua, un botiquín de primeros auxilios y dispositivos de autodefensa, por nombrar sólo algunos.
El próximo temblor es una cuestión de cuándo, no de si, y aquellos que tomen las medidas adecuadas ahora tienen la mayor probabilidad de sobrevivir.