por Daniel Barker
La tecnología se conoce desde hace algunos años, pero el uso de chips RFID (identificación de radiofrecuencia) y otros implantes bajo la piel sólo hasta ahora se ha difundido.
Un complejo de alta tecnología en Suecia ahora ofrece al personal de los inquilinos la opción de tener un pequeño chip RFID implantado en la muñeca que permite ciertas funciones en el edificio para ser ejecutadas con un gesto de la mano, como abrir puertas y operar fotocopiadoras.
Los desarrolladores de bloques de epicentro de oficinas están en favor del programa de implantes, que puede conseguirse a través de un grupo sueco bio-pirata. El grupo promueve el uso de tecnología de bio-mejora y predice un futuro en el que sofisticados sistemas de implante monitorearán de cerca una amplia gama de dispositivos mediante sensores corporales que interactúan con el “Internet de las cosas”.
En otras palabras, pronto tendremos la opción de estar físicamente conectados al Internet así como a una cada vez más amplia red de dispositivos inteligentes.
Para muchos, la idea de tener un implante que contiene información personal insertado bajo la piel no es una opción bienvenida. No sólo hay ahí algo quizás espeluznante con la sola idea de comenzar a utilizarlo, pero el hecho es que muchos de nosotros sentimos que nuestra privacidad y nuestra autonomía ya han sido suficientemente comprometidas, sin volvernos voluntariamente transmisores de nuestros datos personales.
Algunos predicen que va a llegar el día en que no será cuestión de elección, o que el uso de implantes y otros tipos de bio-mejora y conectividad se va a volver un lugar tan común como para esperarlo, no requerirlo. El temor es que perderemos nuestra libertad y privacidad en el proceso.
Otros dan la bienvenida al prospecto de conectarnos físicamente al Internet de las cosas, como el grupo bio-pirata responsable del programa RFDI del bloque de oficinas.
Una nota de BBC News crea el perfil de Hannes Sjoblad, un bio-hacker que organiza “partidos de implante” donde a voluntarios se les colocan implantes:
Él está empezando en pequeño, con el objetivo de conseguir 100 voluntarios enlistados en los próximos meses, con 50 personas que ya han sido implantadas. Pero su visión es mucho mayor.
Luego habrá 1,000, y después 10,000. Estoy convencido de que esta tecnología llegó para quedarse, y pensamos que no será nada raro que tengan un implante en su mano.
Aunque los chips RFDI que se utilizan ahora son capaces de un poco más que abrir puertas y operar fotocopiadoras, su potencial es mucho mayor. Los chips RFDI son propensos a evolucionar en dispositivos mucho más sofisticados, capaces de un amplio rango de interacciones.
Las compañías están desarrollando tecnologías que van a ir un paso más allá de los ya familiares gadgets “vestibles” –los ejemplos incluyen un tatuaje digital que puede estamparse en la piel y puede monitorear las funciones corporales.
Ciertamente es fácil imaginar que dentro de algunos años habrá grandes avances en cuanto a lo que este tipo de tecnología puede hacer. Y como varios tipos de mejora corporal –extremidades biónicas, marcapasos y cirugía estética– son ya un lugar común, cabe pensar que muchas personas tendrán alguno sin ningún reparo en los implantes u otra tecnología bio-pirata.
Por otra parte, la idea de una autoridad central que saque ventajas de conexiones y accesos directos al cuerpo físico de un individuo con el potencial de monitorear la posición del GPS, el ritmo cardiaco, incluso quizás las ondas del cerebro, es escalofriante a la contemplación.
La mayoría de nosotros hemos abrazado los avances tecnológicos revolucionarios de las últimas décadas. Estamos más conectados que nunca, e incluso si no todos estamos de acuerdo de que es algo necesariamente bueno, muy pocos de nosotros renunciaríamos a nuestros teléfonos inteligentes en este punto.
Pero quizás debemos ser en extremo cuidadosos sobre dar el salto al estado ciborg. ¿Es realmente un avance tecnológico inevitable y potencialmente útil, o es un paso demasiado lejos?
El tiempo del debate es ahora, porque la tecnología ya está entrando. Y como con la mayoría de las revoluciones tecnológicas, una vez que ocurre hay muy poca esperanza de dar marcha atrás. Natural News.