martes, diciembre 24, 2024
HomeCómo el sistema educativo está diseñado para convertir a los indivíduos en...
Array

Cómo el sistema educativo está diseñado para convertir a los indivíduos en autómatas – Parte 3

DEL EDITOR:

QUERIDOS LECTORES: En el curso de una investigación encontré este excelente artículo que trata de una verdad oculta detrás del actual sistema educativo. Escrito en el  2004, el contenido de esta pieza puede iluminar a muchos de los que todavía creen que nuestro plan de estudio en las escuelas actuales, está muy lejos de lo que, nosotros, como pueblo, necesitamos aprender y adquirir, para hacernos independientes y desarrollar nuestro potencial más alto y hacer un mejor mundo. Sea usted el juez. Esta es PARTE 3 DE UNA SERIE

Consejos para cualquiera que todavía esté la escuela

por Montalk.net
desde el sitio web Montalk

El sistema en sí

Tampoco debemos culpar a los profesores. Son como los soldados en las trincheras luchando una guerra por educar al público, reciben órdenes de sus superiores quienes no tienen idea de que las condiciones actuales están en las líneas del frente.
Los maestros están bajo tensión excesiva, son mal pagados, y restringidos en su capacidad de responder a lo que perciben en el aula. Debido a la corrección política, amenaza de acciones legales por los padres y los consejos escolares contritos que temen la desaprobación por una minoría vocal con gran influencia política, los profesores se limitan a un plan de estudios apretada que se ven obligados a seguir.
Se ven obligados a enseñar algunas cosas, y no se les permite enseñar a otros, tales directrices establecidas por un grupo de títeres asintiendo, con ninguna pista en cuanto a lo que la verdad es, dejar que la iniciativa se esparza por sí sola, debería hacer que supieran la verdad. Estos títeres son los que diseñan el plan de estudios de la escuela, quienes a pesar de ser una vez docentes, son para la mayoría retirados del mecanismo de retroalimentación del aula.
Son las pequeñas cosas que contribuyen a una atmósfera opresiva en las escuelas. No obstante la atmósfera social, los maestros en un presupuesto escolar corto, preocupados por ahorrar papel, grapas o cinta. Cuando mi escuela secundaria recibió miles de dólares de fondos de la comunidad, se utilizó ese dinero para ampliar un inventario de equip os que ni siquiera eran necesarios para estar al día con la tendencia políticamente correcta para que las escuelas sean tecnológicamente actual. Ese dinero debió haber sido utilizado para las pequeñas cosas, como el material de oficina.

Alumnos problemáticos se ponen en la misma clase con los que se comportan bien, crear el socialismo académico en el que la igualdad  mantiene arrastrando los idiotas a expensas de los más inteligentes. La separación de los estudiantes sobre los criterios equivocados conduce a incongruencias y una ruptura del sistema y sus componentes. Ponerlos en grados por edad, cuando deberían estar en su lugar separados por nivel de conocimientos y habilidades, los resultados en la entropía académica por la cual los inteligentes se vuelven tontos y los tontos aprenden a hacer perder el tiempo a los demás.
Los maestros pasan más tiempo enseñando a los niños cómo callarse y quedarse quietos que a prestar atención y pensar. Debido a que son muy limitados en sus métodos de disciplina, los profesores y los estudiantes sufren como la minoría de los delincuentes e idiotas, arruinando así todo lo demás.
La fricción dentro del sistema de la mala ubicación de recursos induce al odio entre sus componentes, ya que cada uno sufre y se culpan los unos a otros en lugar de culpar al propio sistema. De hecho, el sistema está configurado de tal manera que los componentes se alimentan el uno al otro en una espiral descendente a largo plazo.
Los maestros tienen desprecio por los estudiantes, y a menudo hacen un esfuerzo para agredirlos, viéndolos como el enemigo y causa de su propio estrés. Los estudiantes ven la autoridad como algo que debe ser desafiado, a menos que ya hayan sido flaqueados por él. Los maestros inventan reglas ilógicas para probar qué tan bien los estudiantes obedecen, como hacer que caminen de cierta manera a través de la biblioteca, o no entrar o salir de ciertos lugares en ciertos momentos, y otras cosas de menor importancia que irritan a los estudiantes, pero permite a la facultad sentirse bien cuando ejercen sus poderes. Esta tensión entre el estudiante y el profesor hace añicos la confianza entre ellos, y cualquier enseñanza y aprendizaje entre ellos entran en el dominio de refuerzo negativo. En lugar de amar y respetarse los unos a los otros, se odian, pero hacen lo que se supone que, para evitar consecuencias si lo hacen de otro modo.
Cuando ves a un estudiante, lo que realmente estás viendo es a alguien con poca ambición e iniciativa, pero muerto de hambre por el reconocimiento y la autoestima. Esto es un síntoma de un sistema anti-vida, anti-individualismo, y anti-espíritu. La compresión de un ser humano maravilloso en un bloque preciso por encajar perfectamente en el cubículo, induce el modo de supervivencia de la vida. El Conocimiento, al haber sido convertido en la fuente de su angustia, se puso en la parte inferior de su lista de prioridades, ya que tiene que hacer todo lo posible por recuperar su autoestima, el reconocimiento y la paz de la mente. Sin embargo, debe hacerlo dentro de los confines del sistema.
Resulta la disfunción. En lugar de individualismo que significa pensar por uno mismo y buscar la propia verdad y el sentido de la moralidad, el individualismo se convierte en el uso de ropa extraña, tener el pelo divertido, y obtener la atención a través de la vulgaridad infantil sin importar si es por la fama o la infamia. Estos métodos superficiales son todos aun legales dentro del sistema. Sin embargo, el verdadero espíritu humano se suprime.
Los que están dañados siguen las reglas ilógicas del profesor y aprenden a confiar en la autoridad sobre sus propias potencialidades. En esto, se convierten en un engranaje en la rueda. Romper las órdenes es tabú para ellos, algo que los pone muy nerviosos cuando sucede, y ciertamente no lo hacen voluntariamente. Se vuelven neuróticos y perfeccionistas inestables que están de pie en lo alto de una base desequilibrada.
Una vez que su individualidad se rompe, se convierten en robots muy buenos en sus tareas. Muchos van a la universidad, absorben bien lo que los alimenta, y se convierten en académicos con un pequeño nicho maravilloso de buen ingreso en sus campos de investigación. Pero por muy maravilloso que parezca, son robots y nada más. O, hacienda otra analogía, son vacas.
Ellos no saben que el ser la mejor vaca, todavía no te convierte en un vaquero. CONTINUARÁ.

RELATED ARTICLES
- Advertisment -spot_img
- Advertisment -spot_img
- Advertisment -spot_img