por Marvin J. Ramírez
Durante los últimos cinco años, Dennis Mendoza y Marvin Berroterán fueron como dos hermanos inseparables, ambos de Nicaragua, casi de la misma edad y del mismo peso. Los dos mejores amigos se juntaban con otros amigos y juntos compartían ocacionalmente tragos en la Misión, generalmente cerca de la Calle 24 y la Avenida South Van Ness.
El día del Desfile del Día de los Muertos en noviembre pasado no fue distinto, la cámara de El Reportero los captó juntos viendo el desfile pasar a unos pocos metros de la casa de la madre de Berroterán en el 1300 de la South Van Ness, donde vive con su anciana madre.
El 17 de febrero también estaban juntos, sentados en la escalera de la entrada de la casa de Berroterán a las 7:20 p.m., cuando un pequeño grupo de jóvenes se acercó a ellos, con un desafiante “¿qué están mirando?” y Mendoza respondiendo, “No te estoy mirando”. Los jóvenes, según amigos cercanos a la familia, respondieron escupiendo a Mendoza y Berroterán.
Posteriormente, al grupo se le unieron otros jóvenes que descendieeron de un auto, aumentando su número a cerca de 15 – armados con bates y botellas quebradas, quienres comenzaron a golpearlos salvajemente con sus armas, dejando a ambos, y a una mujer no identificada, críticamente heridos tendididos en el suelo.
Los dos hombres ahora se encuentran en el mismo piso y a varias camas de distancia en la Unidad de Ciudados Intensivos en el Hospital General de San Francisco, donde ambos luchaban por sus vidas. La mujer, quien también fue victimizada, permanece hospitalizada bajo un cuidado policial extremo, ya que puede ser una testigo clave en la identificación de los agresores.
Según fuentes del hospital, Mendoza, quien trabajó 30 años como técnico de ingeniería para AT&T antes de jubilarse recientemente, tiene bastantes posibilidades de recuperarse de las heridas sufridas en el lado derecho de la cabeza, cerca del ojo, así como daños al cuello. Aunque su estado es considerado comatoso, ocacionalmente abre los ojos, pero no ha hablado. Una fuente dijo a El Reportero que ha contraído una infección al pulmón.
Por otro lado, las heridas a Berroterán, un tapicero profesional, mientras tanto, lo dejaron con pocas posibilidades de sobrevivir, aunque un doctor en el hospital expresó un remoto optimismo. Él también ha estado en coma después de que los asaltantes le rompieron cráneo durante la golpiza con bate, lo que produjo que parte de su cráneo colgara fuera del cráneo. Su hueso roto, que delínea el cráneo interior y que cubre el cerebro, fue removido. Él está conectado a un respirador artificial y es alimentado de manera intravenosa, al igual que Mendoza.
A la hora de cierre de esta edición, El Reportero supo por fuentes no oficiciales, que la policía – la cual no está dando muchas declaraciones a ls prensa por temor a entorpecer las investigaciones – podría ya tener conocimiento de la identidad de algunos de los sospechosos.