por Joanne Washburn
Las alcachofas son verduras de aspecto majestuoso que aparecen a menudo en ensaladas y salsas. Rica en calcio, hierro y vitaminas C y A, entre otros nutrientes, las alcachofas son superalimentos increíblemente saludables que cuentan con una amplia gama de beneficios para la salud, desde una mejor digestión hasta un menor riesgo de cáncer.
Si bien la mayoría de los expertos recomiendan comer productos frescos crudos para retener las vitaminas y minerales tanto como sea posible, puede hacer una excepción con las alcachofas. Por un lado, las alcachofas crudas no son exactamente apetecibles. Las duras hojas exteriores de la alcachofa también tienen solo una pequeña porción de material comestible. En la mayoría de los casos, las recetas requieren hojas internas, que son tiernas y carnosas. Mientras tanto, el corazón y el tallo se pueden comer enteros después de cocinarlos.
Los muchos beneficios para la salud de las alcachofas
Ya sea al vapor, hervidas o asadas, las alcachofas contienen una impresionante lista de beneficios para la salud. Éstas incluyen:
Aporta muchos nutrientes: las alcachofas son un alimento básico de las dietas mediterráneas debido a su perfil nutricional. Por un lado, son ricos en vitamina C, ácido fólico, magnesio, potasio y fósforo. También proporcionan fibra dietética y contienen antioxidantes, como luteolina, apigenina y ácido clorogénico.
Combate la inflamación: las cabezas y las hojas de las alcachofas tienen altos niveles de antioxidantes. Estos antioxidantes ayudan a proteger las células del estrés oxidativo y la inflamación causada por los radicales libres.
Reduce el colesterol: las alcachofas son un alimento saludable para el corazón porque ayudan a reducir los niveles de colesterol. La fibra contribuye a este efecto, al igual que algunos de los antioxidantes de las alcachofas. Las antocianinas, fenoles, flavonoides y otros antioxidantes de las alcachofas también previenen la oxidación del colesterol.
Estimula la digestión: en la medicina popular, la alcachofa se usa para mejorar la digestión debido a la cinaropicrina, un compuesto de sabor amargo que se encuentra principalmente en las hojas de alcachofa. Además, los corazones de alcachofa están cargados de fibra, lo que ayuda a que los alimentos se muevan a lo largo del tracto digestivo.
Regular el apetito: los curanderos naturales de varios países europeos, como Alemania y Finlandia, también elaboran preparaciones a base de hierbas con hojas de alcachofa para estimular el apetito, especialmente en los niños.
Promueve la regularidad: la inulina, un carbohidrato no digerible que se encuentra en las hojas exteriores y las cabezas de las flores de las alcachofas, sirve como alimento para las bacterias buenas en el intestino, que ayudan a regular el movimiento intestinal.
Apoya la salud del hígado: dos de los antioxidantes más poderosos de las alcachofas, la cinarina y la silimarina, ayudan al hígado a eliminar las toxinas alimentarias y ambientales. Muchos estudios también han demostrado que la cinarina ayuda a proteger el hígado de daños e incluso ayuda a regenerar las células del hígado.
Puede reducir el riesgo de cáncer: el estrés oxidativo y la inflamación están asociados con el desarrollo del cáncer. Gracias a los efectos beneficiosos de sus antioxidantes sobre el estrés oxidativo y la inflamación, las alcachofas ayudan a disminuir el riesgo de cáncer y reducen el potencial de crecimiento de células cancerosas.
Crema de alcachofas
Si bien no es la sopa más colorida, nada grita “comida reconfortante” como esta espesa y lujosa sopa de alcachofas. Sírvelo con crutones para darle más textura.
Ingredientes:
4 alcachofas
2 dientes de ajo picados
2 hojas de laurel
1 papa, cortada en cubitos
1 zanahoria cortada en cubitos
1 cebolla picada
1 tallo de apio, cortado en cubitos
2 tazas de agua
2 tazas de caldo de verduras
1 taza de crema de coco
1/2 taza de vino blanco
4 cucharadas de queso de cabra desmenuzado
1/2 cucharadita de mejorana seca
Preparación:
Cocine al vapor las alcachofas en 2 tazas de agua durante 45 minutos o hasta que estén tiernas. Escurrir pero reservar el líquido. Dejar enfriar las alcachofas al vapor.
Raspe la pulpa de cada fondo de alcachofa y agréguelos a una olla para sopa junto con el líquido reservado.
Retire el estrangulador de cada fondo de alcachofa. Cortar en dados todos los fondos de alcachofa y añadirlos a la olla junto con el caldo, el vino blanco, la patata, la zanahoria, la cebolla, el apio, el ajo, el laurel y la mejorana. Cocine a fuego lento durante 45 minutos o hasta que espese.
Vierta el contenido de la olla en una licuadora y mezcle hasta que quede suave. Regrese la mezcla a la olla y vuelva a calentar.
Agrega la crema de coco y el queso de cabra. Sazone al gusto con sal y pimienta.
Sirva la sopa en tazones y sírvala con picatostes caseros.
Repletas de fibra, antioxidantes, vitaminas y minerales, las alcachofas son superalimentos increíbles con una amplia gama de beneficios para la salud a su nombre. Para obtener esos beneficios, coma más alcachofas como parte de una dieta equilibrada.