viernes, noviembre 15, 2024
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7 razones principales para comer avena en el desayuno

por Joanne Washburn

 

La avena es una excelente opción para el desayuno. Preparados como avena, estos granos nutritivos y llenos de sabor ofrecen importantes beneficios para la salud gracias a su fibra, proteína, calcio, tiamina, hierro y otros nutrientes esenciales.

Este increíble perfil nutricional no debería ser una sorpresa, ya que la avena se encuentra entre los granos más saludables del mundo. Además, estos granos sin gluten son una gran fuente de antioxidantes que pueden ayudar a combatir enfermedades crónicas.

Razones para comer avena

Seamos realistas: la avena no es la mejor comida para el desayuno debido a su suavidad y textura. Pero no dejes que eso te impida evitarlo por completo. Numerosos estudios dan fe de los beneficios para la salud informados de la avena. Además, hay toneladas de recetas que te ayudarán a sortear esa aburrida combinación de leche y avena.

– La avena ayuda a la salud del corazón – La fibra soluble en la avena le indica al hígado que elimine todo el colesterol malo del torrente sanguíneo. Este tipo de colesterol puede obstruir nuestras arterias y aumentar nuestro riesgo de enfermedad cardíaca. Además, los antioxidantes de la avena, como las avenantramidas, pueden combatir la inflamación crónica relacionada con enfermedades cardíacas.

– La avena estimula el sistema inmunológico – La avena es un alimento que estimula el sistema inmunológico. Sus efectos beneficiosos sobre el sistema inmunológico se deben a sus azúcares naturales, llamados betaglucanos. Estos azúcares ayudan a estimular nuestras células inmunes que luchan contra las infecciones. Los minerales como el selenio y el zinc en la avena también son nutrientes esenciales para combatir infecciones y enfermedades.

– La avena ayuda a mantener estable el azúcar en sangre – Además de reducir el colesterol malo, los betaglucanos también ayudan a regular el azúcar en sangre. Numerosos estudios también confirman que la fibra soluble en los alimentos con alto contenido de fibra detiene la digestión de los alimentos en el intestino, lo que evita que el azúcar en sangre aumente después de una comida. De hecho, investigaciones recientes sugieren que la ingesta de avena tiene un efecto beneficioso sobre el control de la glucosa en pacientes diabéticos.

– La avena regula el apetito – La fibra de la avena nos ayuda a mantenernos llenos durante períodos más prolongados. De hecho, solo media taza de avena debería mantenernos llenos hasta la próxima comida.

– La avena ayuda a la salud intestinal – La avena rica en fibra también facilita la evacuación de las heces, minimizando así el riesgo de estreñimiento. Además, el aumento de la ingesta de fibra está relacionado con un menor riesgo de cáncer de colon.

– La avena es un desayuno equilibrado – Una taza de avena cocida contiene aproximadamente 150 calorías, cuatro gramos de fibra (soluble e insoluble) y seis gramos de proteína. La avena también se suele cocinar en mantequilla o leche para aumentar su contenido de proteínas y nutrientes.

– La avena se puede incorporar a otros platos – Por sorprendente que parezca, la avena no es solo para hacer avena. Estos granos sin gluten se pueden combinar o combinar con otros alimentos, como frutas, verduras para ensaladas, especias e incluso las sobras de anoche.

Recetas de avena para el desayuno

El combo clásico de leche y avena puede cansar después de un tiempo. Pero en lugar de tomar otra comida para el desayuno, use estas recetas para darle un giro divertido a la avena clásica.

Avena cortada en acero

La avena cortada en acero, o la avena irlandesa como también se la llama, es quizás lo más cercano que puede llegar a la avena original sin procesar. Esta avena es el bloque de construcción perfecto para un desayuno ultra nutritivo.

Ingredientes:

  • 3 tazas de agua hirviendo
  • 1 taza de avena cortada en acero
  • 1/2 taza de leche entera
  • 1/2 taza más 1 cucharada de suero de leche bajo en grasa
  • 1 cucharada de mantequilla
  • 1 cucharada de azúcar
  • 1/4 de cucharadita de canela

Preparación:

  1. En una cacerola grande, derrita la mantequilla y luego agregue la avena.
  2. Revuelva durante 2 minutos o hasta que la avena esté tostada.
  3. Vierta el agua hirviendo y reduzca el fuego a fuego lento.
  4. Manténgalo a fuego lento durante 25 minutos sin revolver.
  5. Vierta la leche y la mitad del suero de leche con la avena.
  6. Revuelva para combinar y cocine por 10 minutos.
  7. Transfiera la avena a un tazón y cubra con el suero de leche restante, el azúcar y la canela.
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