por Virgilio Marin
Jueves 16 de julio de 2020 – Misteriosos patrones recurrentes gobiernan el universo. Los alimentos y órganos naturales del cuerpo humano, por ejemplo, comparten estos patrones y se dice que están conectados: los alimentos pueden, de alguna manera, curar el órgano al que se parece.
En la antigüedad, las personas usaban esta idea y desarrollaban la medicina natural para tratar enfermedades. Las hierbas y otros compuestos orgánicos fueron sus fuentes de vida y curación. Este ya no es el caso, ya que las personas se han vuelto dependientes de la medicina moderna y los grandes productos farmacéuticos.
Sin embargo, estos tres alimentos, inquietantemente similares a los órganos que los estudios muestran que sanan, demuestran cuán beneficioso y conectado son los alimentos orgánicos para la salud humana.
Nueces
Las nueces son nueces redondas y de una sola semilla que se parecen al cerebro. Comparten la misma textura venosa, forma y composición, y ambos están acanalados en el medio.
Múltiples estudios han demostrado que las nueces son buenas para el cerebro. Las nueces están llenas de ácidos grasos omega-3, incluido el ácido alfa-linolénico (siglas en inglés ALA), que desempeñan un papel en la mejora de la función cerebral. Curiosamente, las nueces son las únicas nueces que tienen una cantidad significativa de ALA. (Relacionado: agregue esto a su dieta si es diabético: la nuez inglesa previene la neuropatía).
Las personas con depresión y deterioro cognitivo relacionado con la edad también pueden beneficiarse de las nueces. En un estudio publicado en el Journal of Alzheimer’s Disease, los investigadores alimentaron a ratones con nueces de la enfermedad de Alzheimer todos los días durante 10 meses. Descubrieron que los ratones mejoraron significativamente su memoria y sus habilidades de aprendizaje. Del mismo modo, las pruebas en ratas mayores también encontraron que alimentarlas con nueces durante ocho semanas revirtió la disfunción cerebral relacionada con la edad.
En otro estudio, los investigadores tomaron muestras de 64 adultos jóvenes y saludables con una dieta de 8 semanas que consistía en nueces. Encontraron que los participantes mostraron una mejor comprensión. Según los expertos, estos efectos se deben al alto contenido de antioxidantes de las nueces y a los ácidos grasos omega-3.
Además, los compuestos neuroprotectores como los isómeros de vitamina E, la melatonina, el folato y los polifenoles también están presentes en las nueces.
Granada
Conocido como un símbolo de fertilidad, las granadas se parecen a los ovarios humanos. Las frutas ayudan a producir hormonas como la estrona y la testosterona, mientras que son prometedoras para tratar la menopausia y prevenir problemas durante el embarazo. Un estudio de la Universidad de Medicina de Washington en St. Louis encontró que el jugo reduce el estrés en las células placentarias humanas in vitro.
Las granadas también se parecen al tejido epitelial, que se encuentra en varias partes del cuerpo, incluyendo la boca, la garganta y los vasos sanguíneos. Beber jugo de granada puede refrescar la boca con el saludable efecto astringente de la fruta. Además, contiene antioxidantes que pueden eliminar las arterias obstruidas y potencialmente mitigar la aterosclerosis.
Linaza
La linaza también se parece al tejido epitelial. Y al igual que el epitelio, es pegajoso y viscoso.
Históricamente, las personas usaban linaza para curar la piel, combatir la fatiga y reducir la inflamación. Esto se debe a que tiene altas cantidades de lignanos, compuestos que se encuentran en las plantas que sirven como un poderoso antioxidante. Hoy en día, la linaza puede tomar la forma de un aceite que se puede aplicar a la piel y mejorar la cicatrización de heridas.
Además, los estudios sugieren que la linaza puede ayudar a reducir el riesgo de varias enfermedades, como:
- Obesidad
- Enfermedad intestinal
- Diabetes
- Nefropatía
- cánceres y tumores
- Enfermedad cardiovascular
Un estudio en animales descubrió que puede retrasar el crecimiento tumoral en ratones que reciben 0,3 milímetros de aceite de linaza durante 40 días. Del mismo modo, otro estudio encontró que bloqueó la formación de cáncer de colon en ratas.
La sorprendente semejanza entre la comida y el cuerpo humano muestra cuán conectado está todo en el mundo natural. Más importante aún, puede ser la clave para curar enfermedades que han confundido y matado a muchas.