por Edsel Cook
Los ácidos grasos Omega-3 pueden ofrecer un enfoque natural para tratar los síntomas de la esclerosis múltiple (EM). Los nutrientes pueden provenir de suplementos para la salud o alimentos ricos en ácidos grasos. La esclerosis múltiple es una enfermedad neurodegenerativa severa. No hay cura, y nadie sabe qué desencadena la respuesta autoinmune. Cada paciente con esclerosis múltiple experimenta síntomas diferentes. Además, la enfermedad progresa de manera diferente en pacientes individuales, lo que dificulta la elección de un patrón general.
Los investigadores buscaron métodos alternativos para tratar la esclerosis múltiple. Encontraron resultados interesantes con los ácidos grasos omega-3, y creen que suplementar con omega-3 puede convertirse en una práctica estándar para el tratamiento de pacientes con la enfermedad neurodegenerativa.
Los ácidos grasos Omega-3 son grasas poliinsaturadas que aparecen naturalmente en ciertos tipos de alimentos. Mientras que las grasas saturadas y trans perjudican la salud, estas grasas saludables apoyan las funciones normales del cuerpo. Los tres tipos principales de omega-3 son ALA, DHA y EPA. Son populares suplementos de salud de venta libre.
Los alimentos a base de plantas que contienen grandes cantidades de ácidos grasos omega-3 incluyen la linaza y la soya. Las fuentes de origen animal son ciertos peces como el arenque, la caballa, el salmón y las sardinas. (Relacionado: la investigación sugiere que el cannabis puede aliviar los síntomas, el dolor asociado con la EM).
Los ácidos grasos Omega-3 pueden reducir los efectos nocivos de la esclerosis múltiple en la salud del paciente
Los ácidos grasos Omega-3 benefician al cuerpo de muchas maneras. Mejora la visión, regula la inflamación y ayuda a las personas a dormir mejor.
Los beneficios para la salud de los ácidos grasos omega-3 pueden aliviar directamente los síntomas causados por la esclerosis múltiple. Tomar los ácidos grasos puede mejorar las condiciones de los pacientes con EM progresiva o durante una recaída de la enfermedad.
- Apoya la salud ocular: los pacientes con esclerosis múltiple a menudo sufren de visión deficiente, como ceguera, visión borrosa, visión doble y dolor en los ojos. Los ácidos grasos Omega-3 mejoran la salud y la visión del órgano de la vista, lo que sugiere que pueden ayudar a proteger los ojos de los pacientes con EM.
- Combate la inflamación: la esclerosis múltiple causa inflamación en el cerebro y la médula espinal que daña las células nerviosas allí. Los omega-3 tienen propiedades antiinflamatorias que reducen la respuesta inmune, lo que los convierte en buenos candidatos para controlar los síntomas de una recaída.
- Mejora el sueño: los pacientes con esclerosis múltiple pueden tener dificultades para conciliar el sueño y el cansancio resultante empeora los otros síntomas. Al ayudar a las personas a dormir mejor y descansar más, los suplementos de salud omega-3 ayudan a reducir o prevenir la fatiga relacionada con la EM.
Los efectos inmunomoduladores de los omega-3 pueden frenar enfermedades autoinmunes como la EM
Además, los ácidos grasos omega-3 también son inmunomoduladores que regulan el sistema inmune. Pueden ayudar a controlar la esclerosis múltiple, una enfermedad autoinmune causada por un sistema inmunitario hiperactivo. El sistema inmunitario produce un tipo de glóbulo blanco llamado macrófago. Las células liberan sustancias que regulan la función celular. Al detectar daños internos o patógenos, los macrófagos también desencadenan la inflamación para combatir la infección. Si un macrófago encuentra material extraño o que funciona incorrectamente dentro de sí mismo o en otras células, descompone esas partes mediante autofagia. Sin embargo, un macrófago que funciona mal no puede realizar el proceso crítico. Finalmente, los problemas causan un exceso de inflamación.
Un estudio noruego realizó pruebas en ratones y las células de donantes humanos sanos. Los investigadores dieron suplementos de ácidos grasos omega-3 a los animales y administraron los ácidos grasos a las células humanas. Los resultados mostraron que tomar suplementos de ácidos grasos omega-3 aumenta el proceso de autofagia en los macrófagos. Al aumentar la eficiencia de las células inmunes, los suplementos reducen los niveles de inflamación. Además, los ácidos grasos omega-3 redujeron la respuesta del interferón tipo 1, una molécula que desencadena la inflamación.
El estudio indica que los pacientes con esclerosis múltiple pueden considerar los suplementos de omega-3 como una forma efectiva y natural de mejorar sus vidas y su salud. (Natural News).