DEL EDITOR:
Queridos lectores:
La privacidad es un elemento de nuestras libertades que ha sido claramente establecida en la constitución desde el principio de la nación, pero a lo cual muchos probablemente han olvidado el significado. En el siguiente artículo, Matthew Harwood, de Tom Dispatch, profundiza en el hecho de cómo el Gobierno ha violado, en muchas maneras, este principio, pisoteando así nuestra libertad. Debido a su longitud, El reportero publicara el artículo en varias partes. Esta es la Parte 1.
Destruir el derecho a estar solo: agencias gubernamentales explotan la tecnología para hacer ese derecho obsoleto
por Matthew Harwood,
Tom Dispatch
Análisis
Por lo menos, en los últimos 6 años, agentes del Gobierno han estado explotando una base de datos AT&T llenado con los registros de llamadas de miles de millones de estadounidenses que datan desde 1987. La razón detrás de esta intrusión, de nombre Hemisferio, es encontrar enlaces sospechosos entre personas con teléfonos “burner” (teléfonos móviles, prepago, fáciles de comprar, usar y disponer d ellos), los cuales son populares entre los traficantes de drogas. La información secreta recopilada de esta relación con las grandes telecomunicaciones, ha sido usada para condenar a americanos por varios crímenes, todo esto sin que los acusados o la corte tengan idea de cómo los federales dieron con ellos en primera instancia. El programa es tan secreto, poderosos y alarmante, que los agentes “están instruidos para nunca mencionar o referirse al hemisferio en ningún documento oficial,” según una diapositiva del Gobierno publicada recientemente.
Usted probablemente suponga que estamos hablando de un programa más de vigilancia de la Agencia de Seguridad Nacional (NASA) programa de vigilancia enfocado en las comunicaciones de americanos inocentes, como fue revelado por el denunciante Edward Snowden. Podría ser, pero no. En esta ocasión estamos hablando sobre un programa de la Administración de Control de Drogas (DEA). Una agencia de orden público nacional.
Mientras que estos últimos meses la NSA ha lanzado una sombra larga y oscura sobre la privacidad Americana, ni por un segundo piense que es la única agencia del Gobierno que sistemática, continuamente y secretamente irrumpe en nuestras vidas. De hecho, un notable atasco de tráfico local, estatal y de las autoridades federales resulta que explotan la tecnología para entrar hasta en las grietas más íntimas de nuestras vidas, toman notas, las usan para sus propios fines, o simplemente los archivan durante años.
“La tecnología en el mundo se está moviendo más rápido de lo que el gobierno o las leyes puedan mantener,” el oficial en jefe de tecnología de la CIA, Gus Hunt, dijo en una conferencia tecnológica en Marzo. “se está moviendo más rápido, diría que usted puede llevarle el paso: debería estarse preguntando cuáles son sus derechos y quien es el dueño de sus datos.”
Hunt está en lo correcto. Los ciudadanos americanos y el sistema legal han quedado en polvo cuando se trata de invasiones e intrusiones a la privacidad. De alguna manera, sin embargo, él estaba, sin duda, siendo recatado. Después de todo, el Gobierno es un activo, impaciente y el primero en adoptar las tecnologías intrusivas que hacen os ciudadanos”.
Vive transparente en la demanda.
Cada vez más, la relación entre los americanos y su gobierno ha llegado a parecerse al espejo unidireccional divisorio del cuarto de interrogaciones. Sus agentes pueden vernos cuando quieren, mientras que nosotros nunca podremos estar seguros de si hay alguien al otro lado del cristal, viendo y grabando lo que hacemos o decimos – y muchos, dentro de los locales, estatales y gobierno federal quieren asegurarse de que nadie nunca saque a la luz lo que hay del lado de su vidrio.
Entonces, acá esta la guía de un principiante para algo de lo que está pasando al otro lado del espejo.
No necesitaras una autorización para eso
No tenga duda: la cuarta enmienda rápidamente se convierte en un artefacto de un mundo basado en papel.
La idea central de la enmienda, la cual prohíbe al gobierno las búsquedas irrazonables e incautación, es que sus representantes llegan a invadir el espacio privado de las personas – por sus “objetos personales, casas, papeles y otros”—después convences a un juez de que no se está haciendo lo correcto.
Sin embargo, los avances tecnológicos de las últimas décadas, seriamente han socavado esta protección constitucional en contra de agentes de gobiernos demasiados entusiastas, porque cada día, más y más personas no guardan su información privada en sus hogares o en la oficina si no que lo hacen en los servidores de la empresa.
Considérese el Correo electrónico.
En una serie de resoluciones de la década de 1970, la suprema corte creó “la doctrina de terceros” en pocas palabras, la información compartida con terceras partes como los bancos y los médicos no gozaba más de la protección de la cuarta enmienda. Después de todo, la corte razonó, si tu compartes esa información con alguien más, no hay motivo para que sea privado verdad? Pero en línea casi todo es compartido con terceras partes, particularmente tu correo electrónico privado.
En 1986, el congreso reconoció que esto iba a ser un problema. En respuesta, pasó el Electronic Communications Privacy Act (ECPA) acta de privacidad de comunicaciones electrónicas. La ley buscaba en ese entonces, proteger la privacidad de las comunicaciones electrónicas y transmitidas por computadoras. Desafortunadamente no se ha desarrollado bien.
Casi hace tres décadas, el congreso no podía decidir si el correo electrónico era más como una carta o una llamada telefónica (es decir, permanente o transitoria), por lo que dividió al bebé y decretó que las comunicaciones que permanecen en el servidor de un tercero—piénsese en google—por más de 180 días, serian consideradas abandonadas y perderían cualquier expectativa de privacidad. Después de 6 meses, toda la policía tiene que hacer una citación administrativa—una petición legal que el juez nunca ve—exigiendo los correos al proveedor d servicios, porque bajo la ECPA estos son considerados basura.
Esto tenía algún sentido, cuando las personas descargaban correos importantes en las computadoras de sus hogares u oficinas y eliminaban el resto, ya que el almacenamiento era caro. Si en ese entonces la policía hubiera querido mirar el correo de alguien, un juez habría tenido que autorizar la búsqueda en la computadora donde estaban almacenados los correos electrónicos.
El correo electrónico no funciona mas así. Los correos de las personas que contienen su información más personal ahora residen en las computadoras de la compañía para siempre o como comúnmente se dice “en la nube”. Como resultado la ECPA se ha convertido en un anacronismo peligroso. Por ejemplo, el servicio de correo electrónico de google, Gmail, tiene casi una década. Bajo esa ley, sin la aprobación de un juez o el saber del usuario, el gobierno puede demandar acceso a google par años de correspondencia de un usuario de Gmail, que puede contener diatribas políticas, cartas de amor, detalles personales vergonzosos, records financieros y de salud y mucho más.
Y eso no debería ser aceptable, ya que los correos electrónicos se han convertido en un depositario íntimo de información detallada de quienes somos, que creemos, con quienes nos relacionamos, con quien hacemos el amor, donde trabajamos, donde oramos, etc. Por eso es que son tan necesarias las reformas legislativas de sentido común a la ECPA, tales como, tratar el correo electrónico como un correo. Entonces la policía acataría los mismos estándares electrónicamente como el de un mundo basado en papel: demuéstrale a un juez que el correo electrónico de un sospechoso probablemente contiene evidencia de un crimen o no intervengas.
La aplicación de ley, por supuesto, continúa oponiéndose a cualquiera de estos cambios por una razón tan comprensible como antidemocrática: hacer el trabajo e los investigadores más fáciles. No hay una buena razón por la que una carta en un escritorio o un correo almacenado en los servidores de google, no merezcan la misma protección de privacidad, y la ley lo sabe, por lo que sembrar el temor es regularmente llamado eso es como fijar las leyes de privacidad anticuadas.
Como el diputado asociado al departamento de justicia, el fiscal James Baker citó en abril del 2011, “el congreso debería también reconocer que elevar los estándares para la obtención de información, en virtud de la ECPA puede enlentecer substancialmente las investigaciones penales y de seguridad nacional.” En otras palabras, la reforma de la ECPA, haría exactamente lo que pretendía la cuarta enmienda: prevenir que la policía, innecesariamente, se entrometiera en nuestras vidas.