En Tijuana una línea de camiones de 10 kilómetros de largo el jueves
por Mexico News Daily
Miles de camiones están varados en Ciudad Juárez, Chihuahua y Tijuana, Baja California, mientras el caos en la frontera norte entra en su cuarta semana.
La Cámara Nacional de Camiones (Canacar) dijo ayer que 15,000 camiones estaban atrapados en la antigua ciudad, donde hay largas filas en los cruces fronterizos hacia El Paso, Texas, y Santa Teresa, Nuevo México.
Se han informado largos tiempos de espera en varios puertos de entrada a los Estados Unidos desde el 28 de marzo, un día después de que los Estados Unidos de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) anunciaron la reasignación de 750 agentes fronterizos para hacer frente a una gran afluencia de migrantes.
“Ha sido catastrófico”, dijo Manuel Sotelo, vicepresidente regional de Canacar.
Explicó que la industria manufacturera en Chihuahua ha incurrido en pérdidas de alrededor de US $20 millones por día desde que comenzaron las demoras.
Sotelo, quien también es presidente de una asociación de transporte de Ciudad Juárez, dijo en una reunión con las autoridades de los Estados Unidos que 100 agentes de la frontera habían regresado a sus puestos de puerto de entrada, pero la mayoría fue a los cruces fronterizos entre Tamaulipas y Texas.
“Confiamos en que los agentes [de la frontera] que regresaban volverían a nuestro ar-ea … pero fueron enviados a Laredo”, dijo.
Lo que complica aún más la situación en el área de Juárez es que los cruces comerciales de la frontera están operando actualmente con horas de vacaciones reducidas, aunque Canacar solicitó que se mantenga el horario normal.
Líneas de tres, cuatro y cinco kilómetros se vieron ayer en el Puente de las Américas, el Puente Ysleta-Zaragoza y el puerto de entrada de San Jerónimo, respectivamente. Sotelo dijo que los camiones esperan en promedio cinco horas para cruzar a los Estados Unidos.
En Tijuana, se han reportado largas filas de camiones en los últimos dos días debido al cierre de carriles comerciales en la frontera y un aumento en el tráfico de vacaciones de Semana Santa.
Un informe en el periódico Milenio dijo que había líneas de hasta 10 kilómetros en la ciudad fronteriza de ayer.
El conductor del camión, Miguel Ángeles, dijo que normalmente cruzaría la frontera dos veces al día, pero ahora solo puede cruzar una vez, y luego de una larga espera.
Ayer, se unió a una línea de camiones a las 5 a.m. pero no cruzó al área de San Diego hasta las 3 p.m. Los tiempos de espera promedio en los puertos comerciales de entrada en el área se han triplicado a nueve o 10 horas.
Otro conductor dijo que sus ganancias se habían reducido a la mitad en las últimas semanas como resultado de las largas demoras en la frontera.
“En un sentido económico, me está golpeando muy duro…” dijo Francisco Javier.
En un intento por despejar la congestión, los cruces comerciales de la frontera están operando con horarios regulares en Tijuana hoy, pero se cerrarán a las 2 p.m. mañana y domingo.
El gobernador de Chihuahua, Javier Corral, y otros políticos, así como representantes de varios grupos empresariales, se reunirán con el secretario de Asuntos Exteriores, Marcelo Ebrard, en la Ciudad de México el lunes para discutir la situación y considerar sus opciones para acelerar el comercio transfronterizo.
El portavoz del gobierno de Chihuahua, Mario Dena, dijo que las autoridades mexicanas deben llegar a un acuerdo con sus contrapartes de los Estados Unidos para que todo el personal que fue reasignado de los puertos de entrada sea reintegrado.
Fuente: El Mañana (sp), Milenio (sp).
En otras noticias de migrantes:
México se está volviendo más duro con los migrantes mientras miles esperan visas en Chiapas
Las organizaciones de ayuda dicen que la crisis humanitaria se desarrolla
Las autoridades mexicanas han comenzado a implementar políticas de inmigración más estrictas en medio de la presión de Estados Unidos para detener el flujo de migrantes de América Central.
Cuando asumió el cargo en diciembre, el presidente López Obrador prometió que su gobierno trataría a los migrantes de manera más humana que la de su antecesor, Enrique Peña Nieto.
En enero, su administración emitió alrededor de 13,000 visas humanitarias para los migrantes que ingresaron a México en la frontera sur ese mes.
Las visas permiten a los beneficiarios trabajar y acceder a los servicios en México por hasta un año o, si lo desean, viajar legalmente a la frontera norte para solicitar asilo en los Estados Unidos.
El Instituto Nacional de Inmigración (INM) emitió unos cuantos miles de visas adicionales en febrero, pero ninguna desde entonces, dijo a la agencia de noticias Reuters un funcionario de inmigración que solicitó el anonimato.
Según otras fuentes familiarizadas con la política de inmigración mexicana que también hablaron con Reuters, la presión casi diaria del gobierno de los Estados Unidos ha resultado en que las secretarías del Interior (Segob) y Asuntos Exteriores (SRE) presionen al INM para que adopte un enfoque más estricto de -migrantes hacia adelante.
El 4 de abril, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que las autoridades mexicanas habían tomado nota de sus amenazas de cerrar la frontera, afirmando que México había estado “capturando personas y llevándolas de regreso a sus países en su frontera sur”.
De hecho, las detenciones de migrantes indocumentados para el registro aumentaron a 12,746 el mes pasado, según los datos del INM no publicados vistos por Reuters, un aumento de casi un tercio en comparación con febrero y dos tercios en comparación con enero.
El INM dice que los migrantes que permanecen en sus instalaciones no son detenidos, sino que están detenidos para procesarlos, pero los grupos de derechos y los propios migrantes dicen que no tienen libertad para irse.
Miles de migrantes han quedado varados en Chiapas, especialmente Tapachula y Mapastepec, mientras esperan ver si se les otorgarán visas humanitarias o visas de tránsito de al menos 20 días que les permitan viajar legalmente a través de México.
En esta última ciudad, algunos de los migrantes han estado alojados en un refugio improvisado instalado en un estadio deportivo durante casi tres semanas, mientras que otros han acampado en un campo opuesto.
“Es una locura que nos estén haciendo esperar tanto. ¿Para qué? ¡Por nada! ”Dijo Daisy Mal-donado, una hondureña de 26 años que viajó a México con su hija de cinco años.
Con los migrantes que enfrentan condiciones de opresión a altas temperaturas, aquellos que acampan en el campo no tienen acceso a agua, atención médica o asistencia gubernamental, una coalición de más de una docena de grupos de ayuda humanitaria y de derechos humanos advierten que se está desarrollando una “crisis humanitaria” en chiapas.
La coalición dijo que el centro de detención en Tapachula está gravemente abarrotado y que la confusión sobre si se emitirán o no los visados está empeorando la situación de los migrantes.
“El gobierno está respondiendo con prácticas y métodos represivos similares a los de la administración anterior en términos de control y deportación, pero de una manera aún más desordenada [y] en algunos aspectos, es peor”, dijo Salva Lacruz, coordinadora de Fray. Matías de Córdoba del grupo de defensa de migrantes.
El comisionado del INM, Tonatiuh Guillén López, dijo en una entrevista reciente que se estaba adoptando un enfoque de inmigración “más estricto” en el sur de México debido a la gran cantidad de llegadas, pero negó que fuera el resultado de la presión de Estados Unidos.
Mientras que a los migrantes se les dio efectivamente un pasaje gratuito para viajar a través de México, el INM dijo ayer que los migrantes en Mapastepec solo podrían solicitar visas de siete días que limitarán su estadía legal a los estados del sur de México.
No está claro cuándo se emitirán visas a los migrantes en Tapachula, ya que la oficina del INM en esa ciudad cerró luego de una revuelta el mes pasado. Miles de migrantes más están varados en ciudades en la frontera norte de México.
Además de detener a los migrantes, las autoridades de inmigración también los están deportando.
Dos grandes grupos de migrantes, 204 de Honduras y 148 de Cuba, fueron deportados de México en los últimos días después de que se encontraban viajando por el país sin haber regularizado primero su estatus migratorio.
“Los funcionarios de migración nos están agarrando como cerdos”, dijo Erick Morazan, un inmigrante hondureño de 28 años que viajó a Mapastepec por la noche en una “caravana de zombies” para evitar la detección por parte de los funcionarios de inmigración y la posibilidad de deportación.
Fuente: Reuters (sp).
