por Joanne Washburn
¿No eres fanático del ajo? Te lo estás perdiendo. Claro, su aroma y sabor fuerte y penetrante puede tomar algún tiempo para acostumbrarse, pero los compuestos de azufre que le dan al ajo sus características desagradables también son responsables de sus muchos beneficios para la salud.
Los increíbles beneficios para la salud del ajo
Aquí hay 14 buen a s r a z o n e s p a r a agregar ajo a su dieta:
El ajo ayuda a tratar los resfriados: el ajo puede aliviar los síntomas del resfriado común con bastante rapidez. También puede reducir el riesgo de contraer un resfriado en primer lugar. Un estudio de 2014 mostró que las personas que tomaron una tableta de ajo todos los días durante tres meses tuvieron menos ataques de resfriado que las personas que tomaron un placebo.
El ajo reduce la presión arterial: el ajo ayuda a que la sangre fluya más fácilmente a través de su cuerpo. Según un informe de 2014, el extracto de ajo envejecido puede reducir la presión arterial en personas con hipertensión. Los expertos en salud recomiendan comer al menos cuatro dientes de ajo al día para disfrutar de este beneficio.
El ajo reduce los niveles de colesterol: el ajo crudo es rico en un compuesto de azufre llamado alicina, que ayuda a reducir los niveles de colesterol y previene la oxidación del colesterol malo. El colesterol LDL oxidado puede aumentar su riesgo de enfermedad cardíaca.
El ajo puede prevenir enfermedades neurodegenerativas: el ajo contiene un poderoso antioxidante conocido como S-alil cisteína (SAC), que puede proteger las células cerebrales del estrés oxidativo y la inflamación. La inflamación crónica puede aumentar el riesgo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson.
El ajo ayuda a la desintoxicación: comer alimentos contaminados con metales pesados como el plomo puede dañar los órganos de filtrado como los riñones y el hígado. Afortunadamente, el ajo ayuda a eliminar el plomo del cuerpo y protege contra la toxicidad orgánica.
El ajo ayuda a curar las heridas: los curanderos naturales usan el ajo para tratar las heridas y evitar que se infecten. Para una curación rápida, coloque una cataplasma hecha con dientes de ajo machacados en su herida. Cámbialo varias veces al día y sigue aplicando la cataplasma de ajo hasta que tu herida mejore visiblemente.
El ajo ayuda a mantener huesos fuertes: el ajo ayuda a aumentar los niveles de una hormona llamada estrógeno. Las mujeres menopáusicas tienden a tener niveles bajos de estrógeno que las ponen en riesgo de osteoartritis y pérdida de masa ósea.
El ajo mejora la digestión: comer dientes de ajo crudos todos los días como parte de una dieta saludable puede ayudar a aliviar problemas digestivos como diarrea, colitis y gases intestinales. El ajo también puede disipar los gusanos y destruir las bacterias dañinas que acechan en su intestino.
El ajo fortalece el sistema inmunológico: los fitonutrientes en el ajo pueden ayudar a estimular su inmunidad y combatir el estrés oxidativo, que puede dañar sus células y desencadenar un envejecimiento prematuro.
El ajo ayuda a controlar los niveles de azúcar en la sangre: existe alguna evidencia de que comer dientes de ajo crudos puede ayudar a reducir los niveles de azúcar en la sangre. Los diabéticos pueden beneficiarse enormemente de comer ajo.