por Joanne Washburn
23.11.2021 – El ajo es una de las especias más populares en las cocinas de todo el mundo. También es conocido por sus impresionantes beneficios para la salud.
Aquí hay 14 razones para amar el ajo, incluidos algunos consejos sobre cómo incorporarlo a su dieta diaria.
– Alivia los síntomas del resfriado: el ajo puede aliviar los síntomas del resfriado común con bastante rapidez. También puede reducir el riesgo de contraer un resfriado en primer lugar. Un estudio descubrió que las personas que tomaron una tableta de ajo todos los días durante tres meses tuvieron menos episodios de resfriado que las que tomaron un placebo.
– Reduce la presión arterial: el ajo estimula la producción natural de óxido nítrico en el cuerpo. El óxido nítrico ayuda a relajar los vasos sanguíneos para mejorar el flujo sanguíneo y reducir la presión arterial.
– Reduce el colesterol: el ajo también puede reducir los niveles de colesterol en sangre al disminuir la producción de colesterol en el hígado. Un estudio reciente demostró que tomar suplementos de ajo ayudó a reducir los niveles de colesterol total y colesterol “malo”, dos factores de riesgo de enfermedades cardíacas.
– Puede prevenir la demencia: las moléculas inestables llamadas radicales libres pueden causar estrés oxidativo, que puede desempeñar un papel importante en la demencia y las enfermedades caracterizadas por la demencia. La demencia no es una enfermedad específica, sino un término amplio que se utiliza para describir los síntomas que afectan la memoria y el pensamiento. Afortunadamente, los estudios muestran que el extracto de ajo añejo tiene propiedades antioxidantes que pueden ayudar a reducir el riesgo de demencia.
– Ayuda a la desintoxicación: comer alimentos contaminados con metales pesados como el plomo puede dañar el hígado, los riñones y otros órganos vitales. Afortunadamente, el ajo tiene compuestos que contienen azufre que pueden ayudar a reducir los niveles de plomo en sangre. También pueden prevenir signos de toxicidad, como dolores de cabeza y presión arterial alta.
– Cura heridas: los curanderos naturales han utilizado el ajo durante mucho tiempo para tratar heridas y prevenir infecciones. Para una curación rápida, aplique una cataplasma hecha con dientes de ajo machacados sobre la herida. Cámbiela regularmente y continúe usándola hasta que la herida mejore visiblemente.
– Mantiene los huesos fuertes: el ajo ayuda a aumentar el estrógeno, la principal hormona sexual de las mujeres. El estrógeno desempeña un papel fundamental en el crecimiento y la maduración de los huesos.
– Mejora la digestión: comer ajo todos los días como parte de una dieta equilibrada puede ayudar a aliviar la diarrea, la colitis, los gases intestinales y otros problemas gastrointestinales. El ajo también puede eliminar las bacterias dañinas del intestino.
– Regula el azúcar en sangre: según un estudio publicado en el Journal of Nutrition, comer dientes de ajo crudos puede reducir los niveles de azúcar en sangre. Por ello, las personas con niveles altos de azúcar en sangre pueden beneficiarse enormemente de añadir ajo a su dieta.
– Aumenta la inmunidad: el ajo tiene propiedades antivirales y podría bloquear la entrada de virus en las células sanas, además de promover una fuerte respuesta inmunitaria para combatir a los invasores.
– Mantiene una buena visión: el ajo es rico en nutrientes que favorecen una salud ocular óptima y una buena visión, como el selenio y la vitamina C. La quercetina, un potente antioxidante del ajo, también ayuda a proteger los ojos de la inflamación y las infecciones.
– Puede prevenir el acné: las propiedades antibacterianas del ajo resultan útiles para bloquear la aparición del acné. Se recomienda utilizarlo junto con otros ingredientes que combaten el acné, como la miel cruda y la cúrcuma, para prevenir el acné. Además, el ajo ayuda a proteger la piel de los efectos nocivos de los rayos ultravioleta (UV) del sol.
– Ayuda a perder peso: según algunos estudios realizados en animales, el ajo puede estimular al cuerpo a quemar más grasa y “desactivar” algunos de los genes implicados en la formación de células grasas.
– Puede prevenir el hígado graso: el ajo contiene un compuesto que contiene azufre llamado S-alil-mercaptocisteína (SAMC), que ayuda a prevenir la enfermedad del hígado graso no alcohólico. También puede reducir el riesgo de lesiones o daños en el hígado.
Cómo incorporar el ajo a tu dieta
Puedes comer dientes de ajo crudos como parte de una ensalada o añadirlos a tu vinagreta. También puedes añadir ajo a guisos, sopas, platos salteados, verduras salteadas y salsas sabrosas. Además, puedes añadir las hojas tiernas que brotan del bulbo de ajo a tus fideos, albóndigas, huevos revueltos, ensaladas y platos salteados.
Para maximizar los beneficios para la salud del ajo, utiliza siempre dientes de ajo frescos. La alicina, uno de los poderosos compuestos que refuerzan el sistema inmunológico del ajo, es más potente en los dientes de ajo frescos. Cortar un diente fresco rompe sus células y libera enzimas almacenadas que reaccionan con el oxígeno para desencadenar la formación de alicina y otros compuestos.
Cuantas más enzimas se liberan, más picante será el sabor del ajo. Dado que al aplastarlo se rompen la mayoría de las células, los dientes de ajo machacados tienen un sabor más fuerte que los dientes de ajo picados en trozos grandes o en rodajas.
Para maximizar la eficacia de los compuestos del ajo, déjelo reposar durante 10 minutos después de picarlo o cortarlo en rodajas. Los estudios han demostrado que esta etapa de reposo, que es esencial si planea cocinar el ajo, permite que los compuestos del ajo se desarrollen por completo.
El ajo no solo es excelente para agregar sabor a sus platos favoritos, sino que también es bueno para su salud. Disfrute de los numerosos beneficios para la salud del ajo incorporándolo a sus platos favoritos.