by Diana Washington Valdez
El gobierno de los Estados Unidos ha llegado a una importante coyuntura sobre el tema de la tortura. Bajo su nuevo presidente, Barack Obama, el país debe decidir y declararse en cuanto si es justificable bajo cualquier circunstancia el uso de la tortura para extraer información de personas sospechosas bajo custodia oficial.
Los agentes del orden normales no están autorizados a torturar a sospechosos durante interrogaciones. Una persona normal quien torture a otro ser humano está sujeta a enjuiciamiento por infringir las leyes contra el asalto y los daños personales.
Es hecho documentado que los agentes del orden mexicanos aplicaron tortura durante varias de las investigaciones de las personas sospechadas de asesinar a mujeres en Juárez y Chihuahua.
Una de las víctimas de estas prácticas fue Cynthia Kiecker, ciudadana de los EE.UU. quien, con su esposo, Ulises Perzábal, fue acusada de matar a una joven en Chihuahua. Los metieron presos y los torturaron hasta que confesaron falsamente haber cometido un delito. Dieciocho meses más tarde, tras intervención de activistas y autoridades estadounidenses, los exoneraron y salieron libres en el 2004.
En realidad, esta semana, el Tribunal Inter-Americano de Derechos Civiles ha programado una audiencia para tratar tres de los asesinatos de mujeres sin resolver en Chihuahua. Los tres casos tienen que hacer con víctimas del 2001 quienes vivían en Ciudad Juárez, en Chihuahua y quienes fueron secuestradas y luego brutalmente asesinadas. Las autoridades mexicanas habían presentado a sospechosos quienes alegaron que se les torturó para que confesaran su participación en los asesinatos de Ivette González Banda, Berenice Ramos y Esmeralda Herrera Monreal. Uno de los sospechosos murió estando encarcelado.
El tribunal internacional, que forma parte de la Organización de Estados Americanos, tiene sede en Costa Rica.
La sesión extraordinaria para el caso se programa para los días 28 y 29 de abril, en Santiago de Chile. Los Estados Unidos es miembro de la OEA, organización que existe para promover la justicia en las Américas. El “caso del campo de algodón” de Juárez es el primer caso de violencia por género, y sólo el tercer caso contra el gobierno mexicano que se presenta ante el tribunal.
Algunos de los activistas que buscan justicia para las mujeres asesinadas han criticado a las autoridades de EE.UU. por haber hecho caso omiso de los asesinatos y las desapariciones de niñas y mujeres jóvenes en México.
Tal vez Estados Unidos lo consideró inaceptable políticamente desanimar a otros países de torturar a personas bajo la custodia de la policía mientras que la Casa Blanca justificaba la práctica contra personas sospechadas de terrorismo bajo la custodia de los Estados Unidos. Cada año el Departamento de Estado de los Estados Unidos publica un informe sobre las condiciones de los derechos humanos en otros países del mundo. En algunos de estos informes, el gobierno estadounidense ha condenado la tortura y las ejecuciones extrajudiciales que realizan fuerzas de seguridad en otros países.
El asunto de tortura que enfrenta Obama podrá descarrilar a los Estados Unidos de su papel histórico de defensor de los derechos humanos. Nuestra gran nación no ha de apagar su linterna por razones de conveniencia.
A un nivel fundamental, la decisión de torturar o no implica una decisión moral; es un asunto del bien o del mal, un asunto que no se puede negociar para que sea algo menos.
El argumentar que el uso de la técnica del ahogamiento y otras contra los seres humanos no constituye la tortura es unirse al grupo que minimiza los asesinatos de mujeres provenientes de familias pobres en México y en otros países y al grupo de los que niegan que ocurriera el holocausto nazi. Hispanic Link.
(Diana Washington Valdez es periodista con base en El Paso, Texas, y autora de The Killing Fields: Harvest of Women/Cosecha de mujeres: Safari en los desiertos de México. Su siguiente libro, a publicarse este año, se titula, Mexican Roulette: Last Cartel Standing. Comuníquese con ella a: dwvaldez@gmail.com). © 2009
