viernes, marzo 29, 2024
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Más escuelas y menos prisiones para los jóvenes

por Marvin J. Ramirez

Marvin J. RamirezMarvin J. Ramirez

Justo recientemente, el hijo de 19 años de una amiga mía fue liberado de la cárcel por cargos de golpear a un hombre con sus cuerpos. Él pasó aproximadamente siete meses en el bote. Salió limpio, sin embargo, antes de ser detenido él asistía al City College de San Francisco.

Obviamente, él perdió todo el semestre escolar. Parece que sus carceleros se interesaron más en castigarlo que en mantenerlo en escuela.

Le escribí una carta fuerte a la Fiscal del Distrito de San Francisco Kamala Harris expresándole mi preocupación de que la cárcel no serviría ningún objetivo en la dirección de este joven por un camino futuro positivo y que debería dejarle terminar su semestre escolar.

La Oficina del Fiscal del Distrito insistió que él era `un miembro de pandilla,’ pero por lo visto se equivocaron.

Así que lo soltaron, según su madre.

Muchos jóvenes como él son lanzados en cárceles por los miles cada año, como la parte del esquema de la industria de prisiones de hacer dinero, el cual es su mayor objetivo. El castigo es la mejor receta de esta industria que crece rápidamente, más que nuestras instituciones de aprendizaje, mientras los maestros son despidos, recortan el presupuesto escolar hasta los huesos, y básicamente cada año hacen que la industria de la educación entera pida de rodillas el dinero para enseñar.

Los jóvenes siguen siendo almacenados como animales con el único objetivo de castigarlos por su comportamiento criminal, que al final es la misma ciudadanía que ellos proponen proteger la que es victimada por este sistema cegado por la obsesión del castigo.

En una declaración escrita difundida, Libros No Celdas, dice que las prisiones juveniles mal administradas caras y peligrosas deben irse.

Libros no Celdas (un Centro de Ella Baker para campaña de los Derechos Humanos) y familias de jóvenes encarcelados a través de California piden al estado abandonar estas prisiones bodegas llenos fracasos crónicos y construya en vez de ello, centros con programas de tratamiento locales y regionales eficaces para la juventud.

La División de Justicia Juvenil (DJJ), cuyo presupuesto fue de 518 millones de dólares para 2008-09, ha perdido fechas límites sucesivas de reforma impuestas por la corte desde el arreglo de una demanda en 2004. Esto ha desperdiciado 100 millones de dólares en objetivos de reforma no concluídos.

Con una población de 2,072 de jóvenes – cada uno costando unos 252,000 dólares estatales por año – el  Sistema de Prisión Juvenil de California se ha convertido en el agujero negro del presupuesto de California.

Según la declaración, la fue difundida el 17 de abril, a pesar del dinero, las condiciones en las prisiones del DJJ han permanecido deplorables y vergonzosas para la juventud encarcelada: la Educación no llena los niveles mínimos estatales, tanto la salud mental como asistencia médica son inadecuados y a menudo retrasados, y la violencia en las instalaciones permanece peligrosamente alta.

Las condiciones miserables han impedido la rehabilitación de los jóvenes en las prisiones.

El DJJ ha resultado ser incapaz de reformar y mientras tanto, les ha fallado a miles de nuestros jóvenes.

¿Cómo esperamos que la juventud salga rehabilitada de este sistema roto?» pregunta Zachary Norris, el Director de Libros No Celdas. El verdadero cambio sólo puede suceder cuando cerremos las prisiones-bodegas que no responden. Sólo así podrá suceder en California un cambio a un sistema rehabilitativo local y regional de cuidado que permita que la juventud vuelva a la sociedad con una posibilidad para cambiar».

En sus recortes presupuestarios recientes, las únicas opciones del Gobernador Arnold Schwarzenegger para equilibrar el déficit presupuestario del estado han estado apuntando a la  educación, la salud y a los sectores más vulnerables de nuestras comunidades.

A menos que todos se paren y comiéncen a exigir cambios en la Constitución, donde la educación reciba una parte porción del presupuesto y nunca pierda financiación, seguiremos perdiendo los fondos para educar a nuestras futuras generaciones y la industria de prisiones seguirá creciendo.

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