jueves, abril 25, 2024
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La herencia de Raúl Castro: un país inquieto por un cambio

por Ricardo Chavira

(Segunda parte de una serie de dos sobre los cambios en Cuba, exclusivo para los Servicios de Noticias de Hispanic Link)

LA HABANA— Cada semana los latinoamericanos pobren llegan aquí para una cirugía gratuita a los ojos, cortesía del gobierno cubano. En los pasados años, miles de personas se han beneficiado de lo que el gobierno ha llamado “Operación Milagro”. Además, unos 20,000 doctores cubanos están trabajando en países pobres con personas quienes, de otro modo, no recibirían cuidado médico. Margarita Gómez, de 75 años, por mientras se sienta sola todo el día en un alicaído y fétido edificio.

Confinada a una silla de ruedas luego de que se rompiera la cadera el año pasado, la señora Gómez sufre de una enfermedad crónica al corazón. El pequeño y dilapidado refugio en la sección Husillo de La Habana se inunda cada vez que llueve. “Tengo que quedarme ahí”, dice apuntando una cama sucia, para evitar empaparme. Una hija que trabaja largas horas para mantener a dos hijos hace lo mejor posible para ayudar a la señora Gómez, pero el dinero sólo alcanza para una escuálida dieta.

A ella le gustaría que la aceptaran en un hogar para los adultos mayores discapacitados. Pero como su dirección oficial está en otra parte de Cuba, las autoridades de salud rechazaron su solicitud. La frágil viuda no tiene forma de llegar a la oficina donde podría solicitar un cambio de dirección. “Soy como una prisionera aquí, porque no puedo caminar y ni siquiera ir a buscar agua”, dice. “Mi única esperanza es que el gobierno haga algo para ayudarme”.

Con Raúl Castro que gradualmente toma el poder del país, es la misma esperanza de millones de personas.

Aunque Fidel Castro permanece como jefe de estado y tiene una voz importante en la política del gobierno, su hermano Raúl es el presidente no ofi cial. Esto ha dejado a Cuba en una extraña confi guración política. Por décadas, el régimen comunista fue una extensión de Fidel. Sin embargo, tras una seria enfermedad intestinal que obligó a que Fidel se reclutara y se retirara virtualmente hace un año, los cubanos no saben hacia dónde va su país.

Muchos están convencidos de que Fidel no retomará sus antiguos deberes y morirá pronto. Esa creencia está esparciendo el sentimiento a favor de un cambio económico radical. Docenas de cubanos entrevistados este verano dijeron que creían que el mayor de los Castro— quien sigue denunciando prácticas de libre mercado—está bloqueando las necesitadas reformas, incluyendo importantes aumentos de salario.

Su muerte debiera eliminar cualquier barrera para el cambio. La inquietud es palpalbe y es un alejamiento significativo de la quieta apatía que muchos cubanos han sentido durante casi 50 años de régimen comunista.

Incluso ahora los cubanos no critican el gobierno, el Artículo 62 de la constitución establece: “No pueden ejercitarse libertades reconocidas contra la constitución o la ley, ni contra la decisión del pueblo cubano de construir el socialismo y el comunismo”, restringiendo ampliamente la libertad de expresión.

“Creo que somos el único país con este tipo de liderazgo”, dice Jeanette, una profesora que pidió que no se usara su nombre completo por miedo a una represalia política. “Oficialmente Fidel se está recuperando. Pero ya ha pasado más de un año.

¿Qué tipo de recuperación es ésa para un hombre de más de 80 años? Tiene que estar muy enfermo, pero no nos dicen la verdad”.

Jorge, un burócrata de la ciudad, quien también pidió que no se usara su apellido, dice que el ánimo en el país ha cambiado radicalmente.

“Creo que la gente en el extranjero piensa que todos o amamos u odiamos a Fidel”, dice. “En realidad, muchos de nosotros respetamos a Fidel por lo que hizo al principio al ayudar a las masas. Pero se quedó pegado en su antiguo comunismo y no ha permitido que Cuba se desarrolle junto con el resto del mundo. Yo no puedo predecir lo que va a pasar cuando Fidel muera, pero sé que todos esperamos grandes cambios”.

Un problema por largo tiempo, los robos en el trabajo se han disparado, dicen los trabajadores cubanos. Lo que es robado termina en el mercado negro. Los que roban dicen que es la única forma para complementar los salarios, que equivalen a $16 al mes.

“Si queremos tener suficiente para comer, tenemos que hacer estas cosas”, sostiene la chofer de taxi “Nadia”, quien desconecta el taxímetro en su vehículo. Con el aparato apagado, ofrece descuentos y se guarda el efectivo.

En un mercado al aire libre una mañana ya no había ajo disponible, al menos no oficialmente. Sin embargo, tras las tiendas, había mucho ajo robado disponible.

La muerte de Fidel será un evento histórico, ¿pero traerá consigo un cambio radical?

Es casi seguro que no. Sin embargo, su fallecimiento traerá una enorme presión a Raúl para tomar acciones definitivas en el frente económico. El fracaso en lograrlo podría liberar la frustración de la gente que realiza un sacrificio interminable.

(El periodista y autor Ricardo Chavira realiza una investigación para un libro sobre la Cuba contemporánea. Hace clases de estudios latinoamericanos en la Universidad de California en Irvine y periodismo en California State University, Fullerton. Puede ser contactado en: ricardochavira50@yahoo.com).Hispanic Link.

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