jueves, abril 18, 2024
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La FDA dice: las grasas modificadas van a ser prohibidas de los alimentos humanos en 3 años

por Jonathan Benson
Natural News

El gobierno federal finalmente ha reconocido que las grasas trans procesadas industrialmente están dañando la salud humana y no proporcionan ningún suplemento alimenticio. Las grasas trans, que son completamente sintéticas y altamente tóxicas, son las principales responsables de la epidemia del trastorno cardiaco que hoy en día es la causa número uno de muerte en América.
Luego de encubrir la cuestión por años para favorecer a la industria de alimentos procesados, la Administración de Medicinas y Alimentos (FDA), al fin y  reluctantemente, emitió el fallo de que las grasas trans ya no estarán en su lista de “generalmente reconocidos como seguros”. También conocida como GRAS, está clasificación codiciada es el santo grial de la industria de alimentos procesados, ya que permite a los manufactureros utilizar aditivos indiscriminadamente sin tener que consultar antes con la aprobación de la FDA.
Esta decisión monumental de la FDA no tendrá efecto durante otros tres años, sin embargo, lo que es altamente desafortunado desde la perspectiva de la salud pública. Millones de norteamericanos continuarán atascándose de alimentos cargados de grasas trans por ninguna otra razón que dar a las empresas de alimentos tiempo extra para que encuentren un sustituto parecido.
El proceso de hidrogenación para crear las grasas trans incluye el uso de catalíticos basados en metales
Las grasas trans, como es sabido, están típicamente ocultas en los alimentos procesados bajo los nombres de ingredientes precedidos por las palabras “hidrogenado” o “parcialmente hidrogenado”.” Los llamados aceites vegetales como el frijol de soya  (que tampoco es un vegetal, para el caso), la semilla de algodón (ésta definitivamente no es un vegetal) y la canola son calentados a altas temperaturas bajo intensa presión usando metales catalíticos como el níquel y el cobalto para crear “grasas” sólidas a temperatura ambiente que no existen en la naturaleza.
El aceite de soya, de semilla de algodón y de canola, por supuesto, son naturalmente líquidos a temperatura ambiente, lo que dificulta su incorporación en alimentos destinados a permanecer sólidos en lugar de derretirse. Pero el proceso de hidrogenación transforma estos aceites para que estén semi –o completamente– sólidos a temperatura ambiente, imitando el estado de las grasas naturalmente saturadas como el coco y la palma.
Es un proceso horroroso, para ser francos, y que podría ser abolido si los manufactureros de alimentos sólo usaran mantequilla, aceite de coco, aceite de palma, manteca de cerdo o un conjunto de otras grasas que naturalmente permanecen sólidas a temperatura ambiente.  Pero como los pagadores de impuestos basura subsidiados aceites como el de soya y la canola son mucho más baratos resulta, por lo tanto, que la industria  química se  inclina hacia las tendencias trans una vez que se descubrió el proceso de oxigenación.
Si un producto dice que contiene “cero gramos de grasas por ración” no significa que en verdad carezca de grasas trans
Al menos la FDA ha descubierto la placa y ha hecho algo, aunque sea poco, demasiado tarde. En junio de 2018, los manufactureros de alimentos procesados que venden sus productos en los Estados Unidos van a tener que eliminar gradualmente el uso de grasas trans, respecto a las cuales un estudio reciente publicado en el periódico  Food and Chemical Toxicology declara que son “una importante causa de trastornos cardiovasculares  y la resultante de puntos finales clínicos, como los accidentes cardiovasculares y los ataques cardíacos”.
Algunos de los mayores infractores de alimentos procesados, incluyendo Betty Crocker y Bisquick, ambas filiales que perternecen a General Mills, afirman que han “trabajado diligentemente” para erradicar las grasas trans de sus productos, y que muchos de sus productos ahora contienen “cero gramos de grasas trans por ración”. Pero es importante recordar que las etiquetas que contienen esta afirmación no están necesariamente libres de grasas trans, ya que los manufactureros de alimentos han aprendido  a simplemente jinetear sus porciones para mantener su contenido de grasa por debajo del etiquetado, que la FDA ha establecido en 0.5 gramos.
“Supongamos que un producto contiene 0.4 gramos [de grasas trans] por ración y usted come cuatro raciones (que es común). Usted ha consumido sólo 1.6 gramos de grasa trans, a pesar del factor de que el paquete afirma que el producto contiene cero gramos de grasas trans por ración”, explica la página de promoción BanTransFats.com.

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