sábado, abril 20, 2024
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¿Elección fraudulenta?

Una historia de los candidatos presidenciales que han hecho alegatos

por Fred Lucas

En la actual elección, no es primera vez que un candidato denuncia que el juego fue manipulado. El nuevo libro, Tainted by Suspicion: The Secret Deals and Electoral Chaos of Disputed Presidential Elections [Contaminado por la sospecha: los pactos secretos y el caos electoral de elecciones presidenciales disputadas], se adentra en el hilo conductor de las elecciones presidenciales más controvertidas en la historia.

La atención se centra en elecciones que van más allá del día de la elección, decididas por otra rama de gobierno. Aquí presentamos extractos de tres elecciones que figuran en el libro.

1824: John Quincy Adams vs. Andrew Jackson

Andrew Jackson creía que la presidencia era suya. Él lo demostró de manera impresionante, ganando la mayoría de los votos electorales en 11 estados –Alabama, Illinois, Indiana, Lusiana, Maryland, Misisipi, Nueva Jersey, Carolina del Norte, Pensilvania, Carolina del Sur y Tennessee. En una elección definida por las preferencias regionales, Jackson era el único candidato nacional.

John Adams ganó fortalezas anteriormente federalistas de los seis estados de Nueva Inglaterra, más Nueva York. William Crawford se llevó sólo Delaware, su propio estado de Georgia y Virginia. Fue suficiente para colocarlo en tercer lugar.

El 1 de diciembre de 1824, el Colegio Electoral anunció los resultados. Jackson ganó la mayoría de votos de los Colegios Electorales, obteniendo 99 votos contra 84 de Adams. Sin embargo, él no tenía una mayoría, o 131, de los votos electorales que necesitaba. A pesar de estar en último lugar del voto popular, Crawford derrotaría a Henry Clay en el Colegio Electoral, con 41 votos contra 37 de Clay.

Después de llegar a Washington el 7 de diciembre de 1824, Jackson escribió una carta a su defensor político y ex aliado militar John Coffee en Tennessee, informándole de los rumores de que Adams y Clay ya habían llegado a un acuerdo, o que estaban por hacerlo.

Antes del voto, el periódico de Filadelfia Colombian Observer publicó una carta anónima el 28 de enero afirmando que Clay apoyaría a Adams a cambio de ser nombrado secretario de estado. Clay lo negó tajantemente.

La mayoría de los que apoyaban a Clay, así como los federalistas restantes, apoyaban a Adams en el Congreso, lo que era suficiente para darle un voto de victoria. Los delegados del Congreso de tres estados que eran de Jackson –Illinois, Lusiana y Maryland– se inclinaron hacia Adams, lo cual dio a este último la mayoría de 13 de 24 estados.

Si bien no era el primer presidente electo tras un largo proceso, Adams fue el único presidente que asumió el cargo sin una mayoría de votos electorales.

1876: Rutherford Hayes vs. Samuel Tilden

Los demócratas utilizaron la violencia, el linchamiento y los disturbios para alejar a los negros de las votaciones, a sabiendas de que era posible para los republicanos ganar algunos estados del sur. Los republicanos estaban convencidos de que podían entrar en este juego, y en algunos casos buscaron persuadir a los negros de votar con escopetas.

Un día antes de la elección, U.S. Marshal y J.H. Pierce del distrito del norte de Misisipi, telegrafiaron al director del Comité Nacional Republicano Zach Chandler, aseverando que “la elección en la parte norte del estado sería una farsa… A los republicanos blancos y los de color no se les permitía votar en muchos condados. Los clubs de Tilden están armados con rifles Winchester y escopetas y declararon que ellos llevarían a cabo la elección a toda costa. En algunos condados de mi distrito liderado por republicanos blancos y de color hay ahora refugiados pidiendo protección”.

El 7 de noviembre de 1876, Tilden ganó el voto popular nacional con 4,288,546 contra 4,034,311 de Hayes, y 184 contra 165 en el Colegio Electoral. En realidad resultaron más del 80 por ciento de los votantes elegibles, algunos según se reportó votaron más de una vez, y otros votos fueron anulados por pertenecer al “candidato equivocado”.

Era más de media noche. Los del RNC de Chandler –como Rutherford Hayes– se habían ido a dormir convencidos de la derrota del partido. Pero utilizando la firma de Chandler desde la sede de RNC, Daniel Sickles telegrafió a los gobernadores republicanos de Carolina del Sur, Florida y Lusiana, para decir: “Con su estado asegurado para Hayes, él será electo. Mantenga su estado”.

A las 3 a.m., el gobernador republicano de Carolina del Sur Daniel Chamberlain respondió por medio del telégrafo, “Todo bien. Carolina del Sur es para Hayes. Necesitamos más tropas”.

Tres días después de la elección, el 10 de noviembre, el presidente Grant giró una orden al General W.T. Sherman para instruir a los generales de Florida y Lusiana:
“Ningún hombre digno de la oficina del presidente estaría dispuesto a sostenerse si llegó allí mediante el conteo o la colocación fraudulentos. Cualquiera de las partes pueden darse el lujo de estar decepcionadas por los resultados, pero el país no puede permitirse tener el resultado contaminado por la sospecha de declaraciones falsas o ilegales.”

2000: George W. Bush vs. Al Gore

El primer martes de noviembre en 2000 llegó el mismo día de las elecciones de 1876 –el séptimo. La mitad del país puede haber tenido mejores cosas que hacer que seguir la contienda de Gore y Bush antes de la elección, pero una decisiva mayoría de norteamericanos estaban obsesionados después del día de la elección.

Casi con toda seguridad, Bush pudo haber obtenido significativamente más votos si las redes no hubieran reportado antes de que cerraran las urnas en el Panhandle fuertemente republicano, que está en la zona horaria central. El estratega de la campaña de Gore Bob Beckel dijo que Bush perdió al menos 8,000 votos sólo en Panhandle por su reporte incorrecto.

Mientras tanto, la firma de encuestas republicana McLaughlin y Asociados estimó que Bush perdió 11,500 votos debido a que las redes reportaron que las urnas estaban cerradas en Panhandle. El economista John Lott estimó que entre 7,500 y 10,000 votantes en los condados republicanos fueron disuadidos de presentarse.

En el voto popular, Gore batió a Bush a un nivel nacional con 50, 996,582 contra 50,456,062. Es una diferencia de medio millón de votos. Ningún candidato obtuvo 270 votos en el Colegio Electoral. Gore tuvo 266 votos. Bush 246. La diferencia de 20 no era diferente de la de Hayes-Tilden.

Los abogados democráticos también comenzaron a orientarse hacia las abstenciones de los militares en el extranjero –que parecían ser probablemente más que los republicanos. Los abogados amenazaron demandar al condado de Seminole, donde las autoridades electorales corrigieron errores de miles de abstenciones –muchas de personal militar. Los demócratas también apuntaron al condado de Duval, que tiene una de las mayores poblaciones militares en los Estados Unidos. Esto provocó que los republicanos dijeran que los demócratas querían privar de derechos civiles a los militares votantes.

Antes de esto, los demócratas habían podido controlar el mensaje de demandar que cada voto se contara. Pero cuando se dio a conocer un memo del abogado demócrata Mark Herron que mostraba la estrategia legal de descalificar los votos militares, los demócratas saltaron en su defensa. A pesar del problema de relaciones públicas, los demócratas lograron descalificar 1,420 votos militares por tecnicismos legales el 17 de noviembre.

El General retirado Norman Schwarzkopf, héroe de la guerra del Golfo que apoyaba a Bush, giró una fuerte declaración, aseverando: “Es un día muy triste para nuestro país que mientras mujeres y hombres están sirviendo en el extranjero enfrentando peligros diariamente en lugares como Bosnia, Kosovo, o en barcos como USS George Washington, debido a cuestiones técnicas fuera de su control se les niegue el derecho de votar por el presidente de los Estados Unidos, quien será su comandante en jefe”.

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