sábado, abril 20, 2024
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El Facismo del Feminismo que no se ha mostrado – Primera de dos partes

NOTA DEL EDITOR

Queridos lectores:

Cuando crecía, observe cómo los hombres han sido orillados por la sociedad, poco a poco. La policía, los tribunales y otras partes del gobierno han debilitado la posición de poder del hombre. Ya no son tratados con respeto y se han alejado del rol tradicional del ‘hombre de la casa, el que se gana el pan’; están perdiendo batallas en las cortes, y algunas veces aterrizan en las calles casi sin nada después de un divorcio, al tiempo que la corte los persigue por no dar la pensión al hijo, incluso cuando no tienen trabajo. Algunas veces son hechos prisioneros.
A veces esto sucede mientras la mujer tiene empleo y está haciendo más dinero del que necesita para vivir de manera confortable, y es acompañada por un nuevo hombre en su vida.
El siguiente artículo, que carece de autor, debe ser leído por todos para entender las injusticias que se cometen en contra de los hombres en una sociedad lavada del cerebro, a la que se le ha hecho creer que los hombres son los malvados, por quienes nadie levanta la mano en su nombre.
PRIMERA DE DOS PARTES.

El Fascismo del Feminismo que no se ha mostrado

— Este ensayo examina algunas de las cuestiones estrechamente relacionadas con las campañas feministas, y brinda un equilibrio de género en cuestiones como la violencia doméstica desvaneciendo los mitos feministas, al tiempo que analiza el comportamiento de las mujeres del siglo 21 en Gran Bretaña.

por un autor anónimo

Existen muchas formas de fascismo, de gente que busca imponer su voluntad sobre los demás; algunos son obvios, mientras que otros están encubiertos como algo mucho más siniestro. El feminismo pertenece a estos últimos.

¿Quién puede argumentar contra el seguimiento de la igualdad y la justicia para toda la sociedad? Su causa aparece digna a primera vista, pero si ahondamos bajo la superficie de su verdadera agenda se revela como algo más siniestro y malvado. Los perpetradores de esta forma de fascismo no han sufrido represión en su vida y aún buscan venganza en los hombres modernos de la opresión pasada, para consignar a los hombres a su estatus de ciudadanos de segunda clase.

La igualdad es lo último que las feministas quieren. Como todos los fascistas, buscan el control final sobre la humanidad, literalmente. Su objetivo es apoyar incondicionalmente a las mujeres, y atacar y vilipendiar a los hombres en cualquier oportunidad. Su fin último es reprimir y socavar la masculinidad, para feminizar a los muchachos y a los hombres.

No hay ninguna justificación racional de su filosofía. Esta forma de fascismo, como todas las demás, está construida sobre chivos expiatorios, miedo, subyugación y control. Los hombres son endemoniados y perseguidos por las feministas, su cultura no es meramente pro-mujer, sino anti-hombre. Los hombres son sus chivos expiatorios, retratados como crueles, agresivos, belicistas, golpeadores de sus esposas, pedófilos y neandertales obsesionados con el sexo, mientras ellas son las víctimas inocentes en una sociedad cruel, agresiva y destructiva creada por los hombres.

La realidad por supuesto es muy diferente. Ellas buscan crear una sociedad donde las mujeres tengan la libertad de decir y hacer lo que les plazca, mientras los hombres sean limitados y controlados en su conducta. Una regla para ellas, y una para nosotros. Esto se está manifestando ahora en las cortes legales, en el empleo, en situaciones domésticas, en los medios y en la sociedad como un todo. Cualquiera que no esté de acuerdo con la retórica irracional, parcial, propagada por las feministas es objeto de burla y pesar, y obstinadamente es rechazado como misógino.

No hay libertad de discurso o expresión en una sociedad fascista, y no la hay con las feministas. Estas mujeres están cometiendo crímenes de odio, propagando su propia y dictatorial ideología.

Es vital que los hombres se alcen contra la tiranía del fascismo feminista, para evitar que entre a la cultura más de lo que lo ha hecho, de otro modo el futuro es desolado para los hombres. Este ensayo examina algunas de las cuestiones vinculadas con las campañas feministas, brindando un balance de género en temas como violencia doméstica, romper los mitos feministas y analizar la conducta de las mujeres del siglo 21 en Gran Bretaña.

Organizaciones feministas/Páginas web

Hay un creciente número de organizaciones feministas y de mujeres, así como de organizaciones de ‘beneficencia’ en el Reino Unido, con diferentes grados de hostilidad y fanatismo. Esta forma de fascismo está creciendo a niveles sin precedentes debido sobre todo al aumento del internet, y su influencia es aún mayor. La retórica anti-masculina está buscando una mayor audiencia, lavando los cerebros de jóvenes impresionables, a menudo mujeres vulnerables como nunca antes.

Las líderes cultas feministas, con frecuencia bajo una agenda heterofóbica, están incitando a las mujeres jóvenes e inocentes a ver al hombre como su enemigo en la sociedad, símbolo de sus temores, fallas y represión percibida, diseminando miedo y propaganda antimasculina en el proceso. Su retórica es similar en naturaleza al racismo, el extremismo religioso, la homofobia y el antisemitismo, si bien esta forma de fascismo cauteloso es aceptada por las autoridades, aunque su impacto en la sociedad y en los hombres es igualmente dañino.

Las mal aconsejadas mujeres de las campañas feministas están inmersas en el mundo egocéntrico y estrecho de la campaña, buscando casos de sexismo e injusticia contra las mujeres, mientras su asidero en la realidad se vuelve mucho más tenue. No están interesadas en preguntar a los hombres lo que piensan; sólo quieren vengarse de hombres inocentes identificados simplemente por su género. Ningún principio o ética subyace a sus objetivos; es el caso de las mujeres a las que apoyan incondicionalmente, mientras que atacan el comportamiento del hombre, demostrando un llamativo nivel de arrogancia en el proceso.

Estas mujeres no muestran remordimiento o culpa por sus acciones, ya que están demasiado absorbidas en sí mismas para entender su hipocresía. La accesibilidad del internet ha permitido a los hombres conocer las mentes de estas feministas, y es impactante y perturbador. No es sano para un hombre ver esos sitios, y ciertamente no lo es para una mujer inmersa en el estrecho mundo de las campañas feministas. Va a tener un impacto en sus relaciones en el hogar y en el trabajo.

Estas páginas son suficientemente negativas para drenar el alma de cualquiera, y pueden determinar la vida de cualquier joven y dañar su percepción social. La política igualitaria y de género es un tema que sólo puede ser estudiado sincrónicamente. Las referencias a la historia sólo pueden dañar el proceso de obtener igualdad y sólo causará injusticia hacia los hombres contemporáneos. El análisis histórico sólo va a enturbiar el juicio de la persona.

El hecho de que las mujeres no pudieran votar hace años es irrelevante para las nuevas generaciones de hombres y mujeres, y las referencias a esta opresión pasada aumentarán la hostilidad y la venganza. Mas a través de la historia ha habido mayor opresión en relación con la clase, no el género, y la vasta mayoría de hombres han sido tratados mucho peor que las mujeres, y han recibido menos protección que muchas mujeres de mayor estatus.

La industrialización se construyó con base en la explotación de los hombres de la clase trabajadora, y muchos no podían votar porque eran considerados iletrados e incultos. La riqueza británica, que las mujeres dan por hecho, se construyó con base en la explotación de los hombres, NO de las mujeres.

Es importante considerar la psicología de la campaña moderna feminista. Muchos miembros de grupos feministas y organizaciones de mujeres sufren de delirios de persecución. Muchas de ellas tienen problemas emocionales, sufren de ansiedad, estrés, depresión y necesitan alguien a quien culpar, y fallan al verse a sí mismas por el tipo de sus problemas y errores. La paranoia es endémica. Buscan chivos expiatorios para sus errores personales y problemas emocionales como lo hace cualquier fascista, racista u homofóbico. Su mentalidad de feministas fascistas es en gran medida lo mismo.

CONTINUARÁ EN LA EDICIÓN DE LA PRÓXIMA SEMANA

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